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El reportaje

La noche de Reyes no es solo cosa de niños

Muchos 'alaroners' recuerdan con una mezcla de alegría y nostalgia cuando les tocó en suerte ser Magos de Oriente por unas horas y contemplar las caras de ilusión de los pequeños al entregarles los regalos

Llucmajor: los tres reyes magos montaron a lomos de sus caballos.

La llegada de Sus Majestades de Oriente es un acontecimiento que esperan impacientes todos los niños. Sin embargo, esta noche no sólo es especial para los más pequeños de la casa, sino que son muchas las personas adultas que viven con emoción los preparativos. En Alaró un grupo de jóvenes voluntarios, miembros de la asociación local Grup d'Esplai El Cercle, así como otras muchas personas, colaboran, desde hace muchos años de forma desinteresada en la decoración y organización de la cabalgata real.

Pero de lo que presumen los alaroners es de que después de la cabalgata, la adoración y posterior discurso en el balcón del Ayuntamiento, los Reyes Magos acuden casa por casa a entregar los regalos que los más pequeños, y a veces no tan pequeños, han pedido en sus cartas.

El representar la figura del Rey Mago es una experiencia indescriptible según explican las diferentes personas que los han podido experimentar. En Alaró, la lista para serlo es ya larguísima.

"Como niño vives esa noche de forma especial, pero me apetecía tener la experiencia de vivirla desde otra perspectiva, para volver a los buenos momentos que me conllevaba", así lo manifiesta Biel Campos, quien fue el Rey Melchor el año pasado. Destaca que más que la cabalgata, lo más emocionante fue entrar en las casas para entregar los regalos, ya que así podía sentir la emoción de los más pequeños, "porque veías directamente las caras de alegría, expresión y la actitud de los niños".

Mucha suerte tuvieron un grupo de tres amigos que consiguieron ser los Reyes y tener como ayudantes a unos pajes muy especiales: sus propias mujeres. Guillem Cladera comenta que fue muy bonito poder vivir esa experiencia con sus amigos: "Habíamos crecido juntos, compartido muchos momentos especiales y poder participar en la Cabalgata de los Reyes Magos juntos fue muy bonito". Maria Rechach explica que "como mujer no piensas en que puedas ser Rey Mago, por lo que poder vivir esta experiencia como paje real, ver tan de cerca la ilusión de los niños".

Guillem Cladera, destaca dos anécdotas que recuerda de forma especial: "Cuando fuimos a entregar un regalo a un peque, éste en agradecimiento nos pidió que entráramos en su casa y se puso a interpretar una canción con violín. Fue un gesto muy bonito". "En una ocasión sólo dejamos un regalo para cinco niños; mientras que en otra varios para un mismo niño", se lamenta. Sin embargo, destaca que "muchas veces conoces al pequeño al que le entregas el regalo, lo que te permite hacer algunas preguntas o bromas, dejándolos aún más sorprendidos".

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