El ayuntamiento de Andratx ha iniciado un duro proceso contra diferentes comercios que operan en el municipio sobre suelo rústico decretando que paralicen y clausuren de inmediato la actividad comercial que desarrollan presuntamente de forma ilegal.
La mayoría de los negocios afectados son los conocidos como marinas secas o invernaderos de embarcaciones, instalados en fincas calificadas de ARIP y localizados especialmente en la carretera que une la Vila de Andratx con el Port. Se trata de una situación que se arrastra desde hace décadas en el municipio y que ahora se ha convertido en una problemática para el Ayuntamiento, ya que la institución local se ve obligada a dar respuesta a varias denuncias contra estos negocios presentadas durante los últimos años en el registro municipal.
Envío de cartas
La situación incluso también afecta a varios negocios relacionados con la construcción que operan también en suelo rústico calificado de igual forma de ARIP. El decreto firmado por el alcalde de Andratx, Jaume Porsell, del PP, ordena que paralicen y clausuren la actividad. Según fuentes consultadas, algunos negocios ya habrían recibido la dura misiva y otros la recibirán durante los próximos días.
A pesar de que algunas de estas actividades comerciales sobre suelo rústico se remontan a casi tres décadas atrás, desde entonces el ayuntamiento de Andratx no había ejercido control alguno sobre estas instalaciones presuntamente ilegales. Debido a esa falta de control municipal, durante los últimos años han aumentado considerablemente el número de fincas rústicas ocupadas por diferentes usos comerciales, especialmente los invernaderos de embarcaciones. Actualmente podrían sumar cerca de una veintena en los cuatro kilómetros que separan Andratx del Port.
A finales del mes de diciembre, el alcalde de Andratx, Jaume Porsell, se reunía con los afectados en la casa consistorial. En el encuentro también participaron miembros de todas las fuerzas políticas representadas en el pleno para tratar la situación. De hecho, durante las próximas semanas todos los afectados recibirán la notificación con la que se les obliga al cese de la actividad comercial o industrial en las fincas afectadas.
El alcalde de Andratx, Jaume Porsell, indicó a este medio que la situación no es de su agrado y que, a su entender, se trata ahora casi de un problema social. Incluso han solicitado al Consell de Mallorca que se implique en el asunto para dar una respuesta a los afectados, entendiendo que existen vecinos con ocupación laboral que incluso podrían perder su dedicación.
Al parecer, desde el Ayuntamiento están mediando para tratar de ofrecer una respuesta a todas las partes, tanto denunciantes como afectados.
