Los quintos de Maria de la Salut retrasaron una noche sus acostumbradas gamberradas del Día de los Inocentes. Soltaron algunos petardos nocturnos, esparcieron paja por la plaza y algunas calles y montaron una especie de bar con bañera incluida en el palco de la plaza des Pou. No se portaron mal, no cometieron ningún desastre y fueron respetuosos con el mobiliario urbano.