El hotel Portals Palace sigue el camino de reconversión que emprendieron hace años los Parasol o los Carolina Park de Santa Ponça. De tener un uso turístico, pasará a ser residencial. Este mes, la conselleria de Turismo del Govern ha aprobado una resolución favorable al cambio de usos de esta establecimiento situado en la calle Torrent de Portals Nous.
El establecimiento es el antiguo Hotel Fabiola, cuyos orígenes se remontan a finales de la década de los sesenta. Cuenta en la actualidad con 181 plazas autorizadas. Cuando culmine el cambio de usos, dispondría de un máximo de 31 viviendas de tres habitaciones, según aparece en el expediente presentado por la compañía Golden Playa Hotels en sede consistorial.
La resolución de la Conselleria, que data del pasado 4 de diciembre y que firma la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, menciona que los técnicos del departamento autonómico emitieron un informe favorable a esta propuesta, ateniéndose a lo que permite la Ley de Turismo. La normativa autonómica señala que este tipo de operaciones urbanísticas se podrán aplicar en aquellos hoteles en los que haya "razones de incompatibilidad del uso turístico con la zona en que se han situado [o bien] por su notoria obsolescencia cuando no estén ubicados en zonas eminentemente turísticas".
Informe vinculante
La decisión de la Conselleria sobre el caso del Portals Palace se produce después de que Calvià -gobernado por un pacto de izquierdas entre PSOE y Sí Se Puede- haya avalado este cambio de usos. El informe del Ayuntamiento es vinculante para certificar estos cambios urbanísticos. Los técnicos de la casa consistorial constataron que la solicitud de cambio de usos se adecuaba a los supuestos contemplados en el artículo 78 de la Ley del Turismo de 2012. En este sentido, como ya informó este diario, llegaron a la conclusión de que el proyecto se iba a desarrollar en una "zona eminentemente residencial" que puede ser incompatible con usos turísticos.
Además, el informe municipal de Calvià señalaba que el plan previsto significa reducir en un 50% la capacidad poblacional, al pasar de las 181 plazas turísticas actuales a un máximo de 31 viviendas.
