Los comerciantes de la calle Joan Lliteres, popularmente conocida como carrer de Ciutat, han llegado a un acuerdo con el ayuntamiento de Manacor para poder prohibir el paso de vehículos durante los días 2 y 3 de enero. Un cierre que responde a dos motivos: el primero, incentivar a los vecinos para que acudan andando a hacer sus compras durante el fin de semana previo a Reyes de una forma tranquila, y después poder comprobar en qué grado económico y circulatorio afecta para, en un futuro, afrontar una posible peatonalización de la vía, lo que crearía un eje interesante que uniría la plaza de Sant Jaume con la de Sa Bassa y todo el centro histórico, ya adoquinado desde hace más de una década.

La primera teniente de alcalde municipal, Catalina Riera (El Pi) y el responsable de Comercio, Bernadí Bou (PP) se reunieron hace unos días con los comerciantes, para poder llegar a un acuerdo que permita un mayor flujo de clientes en época navideña.

Está previsto que el carrer de Ciutat cierre los dos días a partir de la altura de la calle Llaurador hasta sa Bassa, si bien se permitirá el paso de coches de residentes en la zona y de los pequeños camiones de reparto y distribución. Asimismo los vehículos a motor también podrán cruzar perpendicularmente la calle a la altura de los semáforos de la calle des Convent.

Según apuntan fuentes consistoriales, está será solo una de varias pruebas que se irán realizando con el fin de conocer cómo afecta el cierre de una de las calles que llevan al centro, y si finalmente es viable su cierre definitivo para peatonalizarlo.

Una encuesta realizada por Diario de Mallorca a finales de la pasada legislatura, desveló que la mayoría de propietarios de establecimiento de la calle Joan Lliteres están a favor del adoquinado definitivo para el uso exclusivo para viandantes, lo que creen, impulsaría a la larga su volumen de ventas.