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Tradición

Entre vino y sobrasadas

La Confraria de Tastavins de Manacor cumple con el ritual de la matanza en el Molí den Roca - Esta vez de110 kilos de 'porc negre'

Frit de matances y una (o varias) copas de buen vino tinto. Es el receso de una jornada dominical de diciembre sin frío, la que marca, siempre a mediados de diciembre, las tradicional matanza del porc negre en el Molí den Roca, en el barrio de Fartàritx de Manacor.

Es la vigesimonovena ocasión en que de forma ininterrumpida la Confraria de Tastavins organiza el encuentro, entre laboral, festivo y catador. Casi treinta ediciones en la que el espíritu del vino congrega a decenas de socios para cumplir con el ritual.

Esta vez, sin embargo, el gorrino no ha pesado tanto como otras veces: 'solo' 110 kilos de los que, tras el desangrado y despiece, a cargo de Ignasi Galmés, quedarán "unos 35 para longanizas y sobrasadas", resume Toni Gelabert, quien se encarga de pastar la mezcla de carne triturada, especias y pimentón. Manos frías y a la obra.

Mientras, el proceso continua en la cocina. Fogones, mesa y copas. En el patio se siguen limpiando los intestinos a rellenar con agua caliente, limón y vinagre; 'recipientes' que después se dejan secar colgados.

Llega más carne, esta vez la que va a servir para los botifarrons y camaiots. 18,5 kilos para continuar con una tarea que no acabará hasta que anochezca y que dejará la despensa llena de embutidos para el típico fogueró que cada Sant Antoni organiza la propia Confraria. ¡Todos a comer!; son las 10,30 y hay que reponer fuerzas. Al fin y al cabo, de eso se trata.

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