El ayuntamiento de Sóller instalará reductores en diversas calles, con el fin de pacificar el tráfico de vehículos y dar respuesta a las quejas ciudadanas respecto la velocidad con la que circulan los vehículos en las vías urbanas del municipio.
El ayuntamiento instaló recientemente reductores de velocidad en pasos de peatones elevados en la calle Isabel II, lo que ha permitido reducir la velocidad de los coches en las entradas de los colegios Sagrats Cors y Sant Vicens de Paül. El sistema se extrapolará a otras calles del municipio, como Cetre, la Villalonga o Poetessa Francisca Alcover.
El alcalde de Sóller, Jaume Servera, explicó que el exceso de velocidad "es una de las quejas más redundantes que ha recibido el ayuntamiento". Estas quejas se hicieron más notorias en las reuniones de barrio que el equipo de gobierno mantuvo la semana pasada en varios núcleos del municipio. En estos encuentros, los vecinos expresaron su preocupación al alcalde sobre la velocidad con la que circulan los coches, aseguró Servera. Las primeras vías que podrían ser equipadas con los reductores serán Cetre y Poetessa Francisca Alcover. Ambas vías absorben mucho tráfico rodado. El primer edil recordó que "en todo el término la velocidad máxima está regulada a 30 kilómetros por hora", pero a la vista de las quejas que recibió "muchos conductores se la saltan". Además de implantarse en vías urbanas, los pasos elevados se harán extensivos a los caminos y carreteras del Consell que hay en el casco urbano.
