La asociación de la Tercera Edad de Sóller celebró sus matances en las que se procesaron 190 kilos de carne, un material que sirvió para la producción de botifarrons y llangonisses que la entidad servirá a sus socios con motivo del fogueró de Sant Antoni del próximo mes de enero. Las matanzas de ayer congregaron a más de 40 socios que participaron en las diferentes fases de elaboración de los embutidos dirigidos por un artesano del sector.

La actividad concluyó con una comida, el denominado dinar de matances en el que no faltó la carne. El alcalde de Sóller, Jaume Servera, fue de los primeros en probar la carne adobada de sobrasada.