El emblemático establecimiento de Sant Joan que abrió sus puertas como negocio familiar en 1952 cerró este viernes definitivamente sus puertas al público. En total, más de 60 años de ´botiga´ que comenzaron los abuelos de Margalida Estelrich y que continuaron sus padres. Siempre con la fidelidad de los vecinos, que veían en Ca na Blanch un sitio cercano y de calidad. En el acto de despedida se desplegó una pequeña exposición en recuerdo de todos los años "que deben recordarse con alegría".