Con el lema de Bunyola, porta de la serra de Tramuntana, el municipio celebró ayer una nueva edición de la Fira de Santa Catalina, que tuvo la artesania, los deportes de montaña y la caza como centros de especial interés. Con frío pero sin la lluvia que obligó a suspender las actividades del sábado por la noche, miles de personas visitaron la feria, que contó con más de 125 expositores situados en la plaza y las calles principales del pueblo. El nuevo consistorio ideó para esta edición un nuevo modelo de feria más cercano, con el que pretende otorgar más protagonismo a entidades, asociaciones y comercios del pueblo. Hubo hasta 40 expositores locales.