Si se pregunta a los ´inquers´ cuál es su Dijous Bo soñado, el resultado será la jornada de ayer. La ´Fira de fires´ se celebró bajo un sol de justicia, el requisito principal para lograr el objetivo de llenar las calles de Inca de paseantes que recorran plácidamente los numerosos puntos de venta distribuidos a lo largo de la ciudad. El ayuntamiento de Inca anunció hace unos días la visita de unas 300.000 personas, aunque posiblemente no se alcanzó esta cifra. No obstante, es cierto que el Dijous Bo de ayer fue uno de los más masificados que se recuerdan en los últimos años, si bien muchos comerciantes se quejaban de las escasas ventas registradas.

Eran las nueve de la mañana y miles de personas ya llenaban las principales avenidas de la ciudad. Ocho kilómetros lineales de expositores y más de 600 puntos de venta acreditan, un año más, que el Dijous Bo no tiene comparación con ninguna otra feria otoñal de Mallorca y que los isleños son muy aficionados a los eventos populares en los que la gastronomía y los productos auténticos son los protagonistas.

La elevada presencia de autoridades políticas también indica la importancia de la feria ´inquera´. El Ayuntamiento era el punto de encuentro para la recepción de cargos ejecutivos y líderes de partidos. Y es que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Además de los regidores de la corporación municipal presidida por el alcalde Virgilio Moreno, destacó la presencia de la presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Parlament, Xelo Huertas; el presidente del Consell, Miquel Ensenyat; y la delegada del gobierno, Teresa Palmer, además de muchos otros representantes de todos los partidos.

Los candidatos de casi todas las formaciones no quisieron perder la oportunidad de darse un baño de masas a solo dos semanas del inicio de la campaña electoral. Armengol destacó que es el primer Dijous Bo que vive como presidenta, lo que calificó de "emocionante" y dio la enhorabuena al Ayuntamiento por el "éxito" de la feria y por haber conseguido que la ciudad "viva con más alegría".

Posteriormente, la comitiva de políticos realizó el tradicional paseo por los expositores, con parada en el Mercat Cobert para dirigirse a la plaça del Bestiar, eje neurálgico de los animales, y a la plaça Mallorca, donde numerosas empresas, entre ellas Diario de Mallorca, instalaron sus paradas informativas.

Como es habitual, las diferentes muestras de animales llamaron la atención del gran público, que no paró de sacar fotografías a los porcs negres, aves de corral o equinos que llenaban los corralitos instalados para la ocasión.

El mercado payés, una de las iniciativas más exitosas incluidas en las últimas ediciones del Dijous Bo, fue incluso potenciado con la presencia de unos 250 expositores. Igualmente, el llamado ´barri dels artesans´, ubicado en los alrededores del mercado cubierto, recibió un goteo incesante de visitantes a lo largo de toda la jornada. Como es habitual, la Gran Via Colom y parte del polígono acogieron las muestras de maquinaria agrícola y la Avinguda Reis Catòlics volvió a ser el espacio de los concesionarios de automóviles. Miles de personas llegaron a Inca con el ferrocarril desde todos los puntos del corredor.