La consellera insular de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido, informó ayer junto al presidente del Consell, Miquel Ensenyat, el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, y el presidente de la Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears, Antoni Alorda, de los cambios que se plantean para la carretera Llucmajor-Campos. Detalló que "se eliminará la rotonda elevada programada y se habilitará una vía de servicio más reducida, entre otras intervenciones respecto al proyecto inicial".

Por todo ello, "el desdoblamiento tendrá un menor impacto ambiental y un menor presupuesto". Solo la rotonda "ya costaba seis millones de euros", recordó Garrido.

A finales de enero de 2016 "ya podría estar listo un primer borrador" de la polémica iniciativa.

En este encuentro, en el que el Consell presentó al Govern su nuevo modelo de carreteras, Vidal valoró "positivamente" los cambios. "Se abandona el proyecto de autopista y se apuesta por pequeñas intervenciones en diferentes vías, desestimando los grandes proyectos", se congratuló.

En esta línea, el conseller insistió en que todos los proyectos se revisarán por parte de la Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears desde el "punto de vista técnico".

Vidal resaltó la importancia de "restablecer el diálogo" con todas las administraciones para "coordinar" la acción de gobierno.