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Entrevista

Diego de León Payeras: "La competencia viene de Marruecos con un caracol más negro y amargo"

Diego de León es criador y vendedor de Caracoles. Pep Córcoles

Diego de León tiene su criadero en las afueras del pequeño núcleo poblacional de Jornets (Sencelles). En una finca ha construido unos invernaderos donde cría sus caracoles que después vende a fruterías, pequeñas tiendas de alimentación y en los mercados.

-¿Usted es biólogo?

-Sí, estudié biología porque me encantan los animales. Yo soy biólogo de vocación.

-¿Y no ejerce su profesión?

-Bueno, en cierto modo sí porque uso mis conocimientos para aplicarlos en una explotación ganadera. Si lo que me pregunta es si ejerzo como investigador, profesor o en alguna institución la respuesta es negativa. No es que no me guste investigar; trabajé en una institución durante un año, pero lo cierto es que me apasioné por la cría del caracol y he hecho de ello mi forma de vida.

-¿Cómo se inició?

-Fue por un programa de radio en el que se contaban historias sobre negocios curiosos. Habló alguien que se dedicaba a criar caracoles a mi me picó la curiosidad y empecé. Conocí a un hombre mayor que estaba montando una granja y me orientó. Al principio comencé como aficionado mientras trabajaba para la institución mencionada. Pero a raíz de la crisis y de no tener trabajo estable me decidí por los caracoles.

-¿Se puede vivir de la cría del caracol?

-Si te lo montas bien, sí. Requiere mucho trabajo, publicidad, esfuerzo. Es necesario, además, darle un valor añadido. Es decir; sólo criar caracoles para vender al por mayor no es negocio, debes procesar el caracol y ofrecer diferentes productos como el cocinado, o el precocinado con hierbas. Si sólo vendes tienes la competencia de Marruecos, que vende un caracol de inferior calidad pero que en las tiendas se cobra como si fuera de aquí.

-¿Y supongo que también el caracol congelado?

-Cada cual con sus gustos. Yo no recomiendo a nadie un caracol congelado. No tiene ni punto de comparación.

-¿Por qué el caracol de Marruecos no es igual?

-Es un caracol mucho más oscuro, más amargo; probablemente por la alimentación. Lo traen en contenedores y llega muy machacado.

-Entonces no debería significar competencia

-Sí, porque no existe un distintivo de calidad. Es decir, se trae caracol de fuera y se vende en tiendas y mercados al mismo precio que el de aquí. El caracol marroquí cuesta al por mayor 2,5 euros y el nacional unos cinco euros por kilo. El revendedor prefiere adquirir el de fuera porque como puede venderlo igual gana mucho más.

-¿Es caro empezar a criar caracoles?

-Requiere una inversión mínima de 20.000 a 30.000 euros para amortizarla en cinco años. Pero eso no es lo difícil. Lo difícil es aprender a criar este molusco. Se le tiene que proteger mucho y conocer a la perfección su ciclo biológico.

-¿Por ejemplo?

-Pues es preciso respetar sus dos temporadas de letargo: la estival y la invernal. Debe descansar pero, además, necesita un lugar apropiado pues, por ejemplo, estos dos últimos años han sido horribles con pérdidas de casi el 90% de animales.

-¿Por qué?

-Por exceso de calor. En verano han de estar en seco pero en un lugar fresco. En invierno no hay que forzarlos pues el exceso de frío también les afecta."El nacional se vende al por mayor a unos 5 euros y el que llega de África se vende a mitad de precio"

-¿Y la alimentación?

-Es otra de las facetas a tener en cuenta. Yo les alimento de la forma más natural posible. Les doy fruta y verdura de excedentes de los payeses o que desechan por exceso de maduración. El pienso sólo se lo suministro para complementar las raciones de calcio.

-¿Y comen todo tipo de vegetal?

-El caracol salvaje es peligroso porque consume plantas u hongos que pueden ser nocivos para nosotros. Por eso existe esa costumbre ancestral, nuestros abuelos eran muy sabios, de dejar los caracoles recogidos en el campo en una caracolera, al menos unas semanas, para que pasen una cuarentena y se purguen.

-¿Es cierta esa leyenda de que los caracoles comen carne?

-Es totalmente falsa. El caracol es vegetariano. No come carne, lo que ocurre es que se suele comer a los otros caracoles muertos, probablemente por el jugo que desprenden. Supongo que el olor les excita. Por eso es muy importante en un criadero o en una caracolera retirar inmediatamente los ejemplares muertos.

-¿Sabe que hay quien no los recoge cerca del cementerio?

-(Risas) Eso son manías, supersticiones. Primero, porque el caracol no puede acceder al interior de una tumba y, segundo, porque como ya he dicho es vegetariano. No querer caracoles de las cercanías de un cementerio es como no querer beber leche de una vaca que paste cerca.

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