El pasado 21 de octubre se registró en el Parlament la Llei Balear de Fosses y pocas fechas antes el ayuntamiento de Porreres había autorizado a la comisión de memoria histórica del propio consistorio a iniciar los trámites para la apertura de la fosa común que se encuentra en el cementerio municipal. El historiador Bartomeu Garí Salleras se ha especializado en temas de la II República, Guerra civil y postguerra. Ha sido quien ha instruido la investigación de la fosa de Porreres.
A la pregunta de cuáles han sido los pasos seguidos para la localización de la fosa, Garí contesta: "Llevo muchos años investigando este y otros temas, pero fue cuando estaba preparando el libro Porreres, desfilades de dia, afusellaments de nit cuando pude obtener más información de lo sucedido en los fusilamientos de la Creu y como eran tirados los cuerpos en unas zanjas abiertas por los falangistas en el interior del cementerio. En el 2005 tuve el honor de trabajar con el grupo de desapariciones forzadas de Mallorca. Fueron años durante los cuales recabamos mucha información de los archivos municipales. Fue durante esta investigación cuando Maria Antònia Oliver Paris, presidenta de Memòria de Mallorca, una mañana me llamó para explicarme que había encontrado un acta de defunción, datada el 13 de septiembre de 1936 que pertenecía a un cadáver encontrado en la zona de la possessió de s'Alqueria Blanca, donde se podía leer la localización de la fosa porrerenca, el juez era Antonio Mora. Así fue como documentalmente pudimos dar credibilidad a todas aquellas fuentes orales que siempre la habían situado en ese punto. Ya posteriormente y gracias a Memòria de Mallorca he podido realizar una investigación más profunda sobre la fosa".
Garí ha formado parte del grupo de investigadores que han elaborado el mapa de fosas de Mallorca. "El grupo lo coordinó Manuel Suárez Salvà y creo que esta investigación será la 'piedra angular' para las próximas exhumaciones que pueda llevar a cabo el Govern con la Llei de Fosses. Personalmente participé en la elaboración de los informes de localización de las fosas de Porreres, Petra, Montuïri, Llucmajor y Sant Joan. Esta última ya fue exhumada el año pasado por parte de Memòria de Mallorca y el ayuntamiento de Sant Joan, pudiéndose recuperar los restos de los tres mariandos: Jaume Gual, Miquel Salom y Joan Gual".
Cabe apuntar que el total de fosas documentadas en Mallorca es de 48. Por número de víctimas: Palma, Manacor (antiguo cementerio y Son Coletes) y Porreres. Se desconoce las dimensiones exactas de la porrerenca, "pero está ubicada en un solar de unos 80 m² en la parte izquierda del pasillo central, como indica el documento. En 1956, intencionadamente, se construyeron nichos sobre parte del solar que podrían haber afectado a los restos óseos, pero esto solo lo sabremos cuando podamos exhumar la fosa".
Numerosos testigos
¿Cuántos cuerpos puede haber en la fosa de Porreres? "Unos 130, de los que 15 están documentados con las actas de defunción del archivo municipal de Porreres y el resto con los legajos documentales del Gobierno Civil que están depositados en el Arxiu del Regne de Mallorca. Tampoco se pueden desestimar los numerosos testigos que certificaban los fusilamientos masivos en la parte trasera del oratorio de la Creu, donde hoy está ubicado del Racó de la Memòria -escenario cada abril de un emotivo acto de recuerdo-".
Saber que las 'sacas' de las prisiones apuntaban a Porreres ha sido un largo camino. "Primero los testimonios que afirmaban las ejecuciones masivas en la Creu, luego a través de las actas de defunción y finalmente la localización de dos documentos que hablan de las ejecuciones que se realizaban cerca del cementerio de Porreres. El primero informa por parte de Falange del traslado de sospechosos al cementerio de Porreres y el segundo de la ejecución de la pena máxima a tres personas. Es muy difícil constatar cuantos asesinatos se produjeron".
"El cementerio de Mallorca"
Los represaliados proceden de múltiples poblaciones. "Podemos hablar de Palma y de más de 20 pueblos: Alaró, Alcúdia, Calvià, Esporles, Llucmajor, Inca, Montuïri, Santanyí, Consell, etc. Cuando hablo del cementerio de Porreres durante el periodo de la Guerra Civil, siempre afirmo que fue el cementerio de Mallorca. La gran mayoría eran varones entre los cuales sabemos que solo dos eran residentes de Porreres: Joan Roca Escandell (maestro de escuela) y Manuel Suárez Atienza (vendedor ambulante). Curiosamente ninguno de los dos había nacido en Porreres. Los falangistas de la población trasladaban a las víctimas locales a otros lugares de Mallorca como el cementerio de Manacor o Palma".
¿Cuántas mujeres? "Cinco. Aurora Picornell Femenies, Antònia y Maria Pasqual Flaquer, Catalina Flaquer y Belarmina González Rodríguez. Todas ellas fueron sacadas de la prisión de Can Salas durante el mes de enero de 1937". ¿Hay algún niño? "Parece ser que Aurora Picornell estaba embarazada cuando fue brutalmente violada y asesinada en Porreres".
En cuanto a las fechas en que se produjeron las ejecuciones, "podemos hablar de tres periodos. Los primeros, según los testigos, comenzaron en septiembre de 1936. El segundo periodo, que fue el de máxima represión abarcaría desde enero de 1937 a abril del mismo año (documentación del Gobierno Civil) y el último desde mayo de 1937 hasta octubre de 1938". Los testigos orales con los que ha podido entrevistarse "comentan que era el lugar donde eran rematados los que salían malheridos del fusilamiento de la Creu. Aunque si bien es cierto, los testigos no hablan mucho de la fosa ya que este lugar, durante la guerra, estaba muy vigilado por Falange. Las ejecuciones y entierros se realizaban durante la noche y a escondidas".
Garí está convencido de que hay más cuerpos de los que se han podido documentar. "Las investigaciones siguen y siempre aparece algún caso de 'saca' que fue conducido a Porreres".
"Pienso que la decisión que tomó el Ayuntamiento -a propuesta de la comisión- de iniciar los pasos para exhumar la fosa de Porreres es un hecho muy importante. Desgraciadamente, no todo el mundo entiende estas decisiones. He leído opiniones de todos los colores. 'En tiempos de crisis, no hace falta invertir dinero para exhumaciones', 'hay otras cosas en que gastar el dinero'... Soy partidario de las exhumaciones de las víctimas de la represión y también de la eliminación de la simbología franquista de nuestras calles y plazas. No entiendo la opinión de algunas personas que defienden -por ejemplo- el mantenimiento del monumento de sa Feixina y a la vez cuestionan la decisión del Ayuntamiento y luego callan cuando se habla de exhumar fosas de la represión. No tengo ninguna duda, los años de la Dictadura no se deben omitir, porque son parte de nuestra historia, pero no hay ninguna necesidad de mantener la simbología franquista y fascista en nuestros pueblos. No hay ningún país democrático que permita salvaguardar los horrores de una dictadura militar."
