La gran reforma que se realizó en el puerto de Cala Bona, en el año 2006, dotó a las instalaciones portuarias de un surtidor de combustible para abastecer las embarcaciones. Se trataba de una vieja reivindicación que se hizo realidad, aunque la puesta en marcha no se haya producido hasta casi diez años después. El jueves la expectación en el puerto serverí era mucha, hasta allí había llegado un camión de Repsol, para llenar los tanques que permitirán suministrar Gasóleo A y B y gasolina a las embarcaciones. Son tres depósitos situados en el subsuelo junto a las casetas de los marineros. Técnicos de Repsol bajo la atenta mirada de personal de Ports de les Illes Balears procedían a llenar los tanques por primera vez, después de comprobar que el tiempo no había hecho mella en ellos y se encontraban en perfecto estado.
Entretanto se acercaban curiosos y propietarios de embarcaciones para preguntar si el suministro de combustible funcionaría. Al ser informados de que sí y comprobar que los tanques se estaban llenando, muchos asistentes inmortalizaban el momento, uno de los propietarios de una embarcación exclamaba: "¡Al fin el milagro se ha obrado!".
Y no es de extrañar el ímpetu en que es acogida la noticia, sobre todo después de tantos años sin funcionar, de las amenazas de convertirlo primero en un gran puerto deportivo o de las intenciones de privatizarlo del anterior Govern autonómico.
Hoy, algunos vecinos, entusiastas del mar y propietarios de las embarcaciones ven hecha realidad un vieja reivindicación y una luz de esperanza, en que los numerosos problemas de abandono que padecía el puerto sobre todo en los últimos cuatro años, donde prácticamente no había mantenimiento, más que el que realizaba el ayuntamiento de Son Servera.
