Su nombre es Mónica Dabbene y es artesana. Con esa simple tarjeta de presentación puede parecer una más de las artesanas que exponen sus creaciones en la ´fireta´ del Dijous de Inca. Una más no, porque le cuesta vestirse de payesa, aunque ha hecho la firme promesa de hacerse un vestido de payesa italiana. Veremos como sale ese híbrido. Mónica es una mujer que se ha decidido por elaborar artesanía, pero no ha elegido cualquiera de los campos tradicionales sino que ha creado un producto. Ella teje bufandas collar.
Según explica, todo deriva de una operación que padeció. Se le tuvo que extirpar un tumor de la garganta, motivo por el cual le quedó una cicatriz en el cuello. Ella empezó a pensar de qué forma podía ocultar la cicatriz pero con estilo. Tras muchas pruebas dio con la bufanda collar y empezó a fabricarlas. Las elabora en algodón y en lana de oveja merina. Se trata de un collar ancho, de alguna de las dos fibras descritas, tejido de forma distinta: en tiras, en red, entrelazados, los diseños tienen por límite la imaginación. Por delante asemeja una bufanda enrollada al cuello pero por detrás se abrocha con un cierre. Mónica dice que tiene la ventaja que puede ser un collar con un vestido o una bufanda con un abrigo.
Las olivas son sin duda el producto más demandado
El mercado payés del Dijous de Inca está sujeto a la estacionalidad, y no me refiero a la temporada turística, no, sino a las auténticas estaciones de año. Los supermercados surten a la clientela de todo tipo de fruta y verdura a lo largo año, pero los payeses que venden su mercancía en los mercados ofrecen la fruta en su momento, con todas sus propiedades naturales. Las olivas son sin duda alguna las más demandadas esta época del año. En plena época de verdeo se veían ayer hermosos canastos de oliva verde y de ´pansida´ natural. La verde se vende sobre los tres euros el kilo mientras que la ´pansida´ alcanza los ocho euros el kilo.
Es hora de tomar vitamina C con las clementinas
Y si les hablaba antes de las épocas del año y la fruta de temporada, no podemos olvidar que ha llegado la hora de la recolección de la clementina. Ayer también se veían numerosos canastos en los puestos de los payeses del Dijous. El precio era bastante razonable. Costaban a 1,5 euros el kilo y se vieron ofertas de dos euros por dos kilos. La clementina es un fruto cítrico, proveniente de la hibridación entre mandarina y naranja amarga, de donde toma ese característico sabor agrio, pero a la vez también dulce. La ingesta de dos clementinas cubre el cien por cien de las recomendaciones de vitamina C diarias.
