Xarxa Natura advierte que la presencia de un servicio de quiosco-bar en una playa donde nunca ha existido otro -cabe recordar que desde hace años sí que hay vendedores ambulantes ilegales, incluso algunos con montaje tipo chiringuito- "podría suponer un cambio muy importante respecto a su carácter actual". Se temen "repercusiones no deseables"; incremento de visitantes y "mayor erosión"; más vertidos de residuos; riesgos de incendios; "aumento de solicitudes en un futuro próximo de otros tipos de servicios de temporada en esta y otras playas vecinas" y alteración de ullastrars y perjuicios a la tortuga mediterránea.