Las posibilidades de ser alcanzado por un rayo y sobrevivir parece una mera leyenda popular. Sin embargo, para un matrimonio de Alaró es una realidad que tardarán en olvidar. El pasado 30 de septiembre, una tormenta eléctrica cayó sobre diversos municipios, causando algunos accidentes y desperfectos. Las peores consecuencias, no obstante, tuvieron lugar entre los vecinos de Son Fiol, en Alaró. En particular, uno de los rayos hirió a Juan José Espinosa, de 75 años, que sobrevivió porque no recibió la descarga eléctrica directamente.

El suceso se produjo poco antes de las diez de la mañana de un miércoles que ya se anunciaba que sería lluvioso. Según ha explicado el propio afectado, en ese momento el rayo impactó contra el poste de corriente situado a varios metros de su casa y de ahí la descarga se dirigió al cuadro eléctrico de la vivienda, estallando en una enorme bola de fuego que impactó contra él, que estaba a escasos centímetros.

Su mujer Catalina acababa de irse a la cocina y oyó a su marido gritar tras el estruendo. Rápidamente acudió y le encontró con los brazos cubriéndose el rostro y quejándose de que no podía ver. Asustada, Catalina fue a por el coche para llevarse a su marido al hospital, mientras que él, instintivamente y sin poder ver, intentó ir a por un extintor y a apartar el gasoil de la caldera de la calefacción.

Lesiones y quemaduras

Aunque el rayo no entró directamente por ninguna parte del cuerpo de la víctima, Juan José presentaba varias lesiones cutáneas y quemaduras en su cuerpo, por lo que permaneció 24 horas en estado semicrítico en el Hospital de Son Llátzer.

Al día siguiente de los hechos, fue trasladado al hospital de Son Espases para que fuera examinado por un cirujano plástico, pues había sufrido quemaduras superficiales en su rostro y de tercer grado en su mano y brazo derecho.

Aún hoy, tres semanas después de lo sucedido, continúa con las curas, aunque ahora ya se las practica él mismo. En su rostro y brazo siguen visibles las secuelas de aquel impacto. Asimismo, sigue con las revisiones a distintos especialistas, ya que aún tiene afectada la vista.

La hija del matrimonio, Cati Espinosa, asegura que "menos mal" que antes de acudir al domicilio de sus padres ya sabía como se encontraban éstos, pues de lo contrario, al ver el estado en el que quedó la casa, "hubiera pensado lo peor".

Debido al susto de la familia y por lo impactante que eran las imágenes, otras dos hijas del matrimonio que viven en Alemania se desplazaron hasta la isla para asegurarse de que su padre estaba bien.

La familia quiere agradecer especialmente el cariño y el apoyo que han recibido por parte de todos los vecinos y demás personas que se han interesado por la recuperación de Espinosa, así como la hospitalidad y asistencia recibida por parte de todo el personal del hospital de Son Llàtzer.

Los afectados por el impacto del rayo añaden que han tenido "muchísima suerte". Tras ver las fotografías de cómo quedó la casa y aún con el susto en el cuerpo, piensan en que podría haber sido mucho peor y en lo rápido en que se puede perder todo.