El actual número 2 del equipo de gobierno de Santa Margalida y futuro alcalde del municipio, Joan Monjo (Convergència-El Pi), ha sido citado a declarar el próximo lunes en calidad de imputado en el juzgado de instrucción número uno de Inca por un presunto delito de coacciones a una vecina de Can Picafort.

Los hechos que han motivado la imputación del teniente de alcalde Joan Monjo se remontan al pasado mes de abril, cuando una vecina de Can Picafort interpuso una denuncia ante la Guardia Civil contra el regidor municipal por una presunta falta de coacciones en la propia vivienda de la denunciante, en la avenida Golf del citado núcleo costero.

En esta primera declaración, la vecina de Can Picafort aseguró que desde hacía un tiempo venía sufriendo por parte de Monjo "presiones" para que abandonara la vivienda donde reside. Según está plasmado en la denuncia, a la que ha tenido acceso este diario, la denunciante declaró que un día de noviembre de 2014 se personó a su domicilio Joan Monjo y le dijo que "quería coger un pedazo del terreno de la finca donde reside". Ante la negativa de la denunciante a entregar un trozo de la finca, el regidor "se alteró y en tono amenazante le dijo 'te voy a quitar el terreno sí o sí". Esta vecina aseguró ante la Guardia Civil que reside en esta vivienda desde el año 1992, aunque no es de su propiedad. Al parecer, por aquel entonces la casa estaba abandonada y la vecina "la ocupó por recomendación".

Anexión del terreno

Siempre según la denuncia, pasadas unas semanas apareció una excavadora y tiró parte de la terraza de su casa para anexionar el terreno derruido a la finca colindante, propiedad del Ayuntamiento. Monjo se habría personado a la casa el día del derribo y aseguró a la vecina que "no armara jaleo porque por ese pedazo de terreno le iba a dar una casa". La denunciante aceptó entonces la cesión del terreno, aunque el compromiso de Monjo fue verbal.

Transcurrido un tiempo, a la denunciante no le dieron ninguna casa y, además, "empezaron a utilizar el terreno que le habían quitado como escombrera de materiales de construcción realizando a diario constantes ruidos". La vecina contrató entonces a un abogado, que el 23 de abril acudió al ayuntamiento de Santa Margalida para recabar información sobre el caso y conseguir una cita entre la denunciante y el alcalde, que por aquel entonces era Antoni Reus.

El mismo día, por la tarde, Monjo habría visitado a la vecina "en un estado alterado" después de enterarse de que un abogado estuvo buscando información sobre el caso en el Ayuntamiento. Según la denuncia, Monjo habría exigido a la vecina que "parase todo esto y se dejase de abogados porque era un tema entre él y ella". "Si sigues para adelante, vas a perder todo, no te fíes del abogado, esto es entre tú y yo, como sigas adelante no vas a tener ni esta casa ni ninguna", habría declarado Monjo según la versión de la vecina.

En su declaración ante la Guardia Civil, la denunciante admitió que la vivienda no era suya pero que pagaba constribución y el contador del agua y la luz está a su nombre. También aseguró que Monjo no le dijo en ningún momento que hablase en nombre del Ayuntamiento.

Joan Monjo se negó ayer a hacer declaraciones sobre el caso.