El gobierno municipal del pacto de izquierdas de Sóller llevará a cabo su proyecto y derribará la cruz que culmina el monumento a los Caídos pese a la oposición, en el pleno de la corporación, de los grupos municipales del PP y el PI. El proyecto que finalmente se llevará a cabo consistirá en retirar las inscripciones, el escudo franquista y la cruz que está situada en la parte más elevada del monumento que fue erigido en 1940 por el arquitecto Gabriel Alomar.

Los votos del pacto de progreso fueron suficientes para seguir adelante con una iniciativa que ha suscitado polémica en Sóller. Tanto es así que durante el turno de ruegos y preguntas un miembro del público recordó que años atrás se recogieron firmas en contra de la modificación del monumento.

El PP y el PI centraron sus críticas en el hecho de que se rompa la estética del monumento con la supresión de la cruz esculpida en piedra que, de acuerdo con lo acordado en el pleno, deberá ser cortada en su base. Los populares posteriormente al pleno dijeron que la retirada de la cruz no obedece a la aplicación de la Ley de Memoria Histórica con la que el pacto justifica su decisión.

En su opinión, la retirada de la cruz obedece a un "acto sectario para contentar a una minoría que no representa a nadie", enfatizó Carlos Simarro, quien añadió que "se hace con el único fin de molestar y sin ningún criterio ni artístico ni histórico".

Cruz a Lizasoaín

En donde no hubo reproches fue en la decisión de retirar, en el marco de la misma ley, la cruz dedicada al soldado Lizasoaín que está ubicada en el camino que sube al faro del Cap Gros de Muleta. En otro orden de cosas, el pleno aprobó por decisión unánime retirar el nombre del expresident del Govern, Jaume Matas, de una placa inaugural que existe en Sóller.