El investigador Gabriel Verd, famoso por sus investigaciones colombinas, presentó ayer en Son Colom de Felanitx, sede del Museo Cristobal Colón, una serie de pruebas que aportan nuevas evidencias de que el descubridor del continente americano nació en una finca del municipio.

Para el investigador, la documentación de que dispone prueba que "uno de los grandes amigos de Colon era mallorquín, más concretamente de Manacor, se llamaba Miquel Ballester y le acompañó en su segundo viaje, nombrándolo después alcalde de Concepción y procurador de su hijo Diego".

Según Verd, "Miguel Ballester era hijo de Johan Ballester, que ejercía de secretario real a las ordenes del rey Juan II y de Francina Taranau, que provenía de Barcelona". Además, el investigador cree que uno de los datos más relevantes de los últimos descubrimientos sobre la procedencia del almirante, es que "una hermana de la madre de Miquel Ballester, que se llamaba Juana, era la esposa de Luis de Santángel, el famoso escribano que financió el primer viaje de Colón y que residió en Mallorca durante un largo periodo de tiempo, apareciendo en documentos mallorquines desde 1958 hasta 1465, relacionados muchos de ellos con miembros de la familia Pardo y con Johan de Vallseca, hijo del reconocido cartógrafo Gabriel de Vallseca".

"No podía ser genovés"

Gabriel Verd aporta también pruebas de que el padre de Miquel Ballester se estableció en Mallorca a principios de la década de 1460, ya que el 6 de abril de 1463, desde Zaragoza, el rey Joan II le concedió el dominio (feu) de la caballería denominada dels Llulls de Manacor, "por lo que sin lugar a dudas, Miquel Ballester era sobrino de Luis de Santángel".

En opinión del investigador todas estas pruebas, sumadas a las que ya se disponen, indican claramente que el descubridor de América no podía ser genovés, ya que todas apuntan a que su vida antes del descubrimiento transcurrió en Mallorca.

Ayer, un nutrido grupo de visitantes, entre los que se encontraban numerosos turistas procedentes de Polonia, hicieron acto de presencia en el museo para escuchar al investigador y paticipar en una comida en el restaurante Son Colom.