Los orígenes de la Oktoberfest, la fiesta más internacional que ha exportado Alemania, se remontan al 12 de octubre de 1810 con motivo del casamiento del príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo. Lo que se organizó para festejar el citado acontecimiento se ha transformado en una tradición ineludible en el país teutón. Con el paso de los años se han incorporado costumbres como el uso de trajes tradicionales y la instalación de atracciones de feria.