Calvià se suma a la moda de las pruebas atléticas de ultrafondo y quebrantahuesos. Pero lo hace desde una vertiente política. El municipio ha estrenado esta legislatura el ultrapleno, impulsado por la variedad de grupos políticos municipales frente al salón bicolor y monótono de la pasada legislatura. El último pleno celebrado esta semana duró en total ocho horas y media. Casi tanto como el partido de tenis más largo de la historia. Un pleno que empezó el pasado jueves por la tarde, a las 18 horas, se interrumpió a las 23.30 horas y se reanudó ayer por la mañana a las nueve para finalizar, como quien atraviesa la meta de la 'Ultra Trail de la Serra de Tramuntana', pasadas las doce del mediodía. Entre medias, 110 puntos en el orden del día, un número indeterminado de idas y venidas al baño, una quincena de mociones, 41 propuestas de acatamiento de sentencias y un número discreto de bostezos entre los concejales por aquello de que hay que dar ejemplo.
Rodríguez Badal y Ruiz se arrean con ganas a cuenta del segundo tiempo del pleno
En la sesión matutina de ayer, no estuvo presente el jefe de la oposición, José Manuel Ruiz (PP), quien tuvo que cumplir con su jornada laboral en el banco donde trabaja. Una ausencia que censuró públicamente el alcalde calvianer, Alfonso Rodríguez Badal (PSOE). El mandatario dijo que le propuso el jueves por la noche a Ruiz empezar el pleno a las 11 de la mañana del día siguiente para que le diese tiempo de avisar al trabajo. El PP pidió que se hiciera a las 18 horas. Según Rodríguez Badal, el secretario no estuvo a favor de ese horario, por lo que finalmente se convocó a las nueve de la mañana. "Resultado: el señor Ruiz, con un sueldo de 31.000 euros, no ha comparecido en el pleno de hoy. No nos merecemos esta oposición", escribió el alcalde en su Facebook.
El portavoz popular le contestó de inmediato en las redes sociales. Llamó "perezoso" al alcalde tras recordar que el jueves le propuso seguir el pleno pasada la medianoche, "como se hace en otros municipios". "El alcalde y su equipo se negaron", contó Ruiz. Y recordó también que, a continuación, le plantearon a Rodríguez Badal que se reanudase por la tarde, lo que tampoco acabó prosperando.
Fosas, destituciones y carteles electorales
El segundo tiempo del pleno de Calvià de ayer no desmereció al primero en cuanto a alto contenido político. Por un lado, se aprobó regular la cartelería electoral que afea la imagen del destino turístico, una moción presentada por Esquerra Oberta. A ver si esta vez se cumple. Otra iniciativa de calado que salió adelante con el apoyo de todos los partidos menos el PP fue el acuerdo para que el Ayuntamiento, en colaboración con la Associació Memòria de Mallorca, elabore un protocolo para las exhumaciones de víctimas de la Guerra Civil en el cementerio de Calvià vila. Una iniciativa que no prosperó fue la presentada por el edil del Grupo Mixto, Carlos Tarancón, de Ciudadanos, pidiendo la destitución del responsable de Medio Ambiente, el exregidor socialista Juan Recasens.
Podemos se desmarca de Podemos
En la bancada popular de Calvià, una de las votaciones que llamó más la atención fue la de la aprobación definitiva de la ordenanza de transparencia. Esa ratificación conllevaba la desestimación de las alegaciones presentadas por el secretario general de Podemos Calvià. "¡Y Sí Se Puede Calvià [el partido que abandera el espíritu 'podemita' en el Ayuntamiento] votó a favor de rechazar esa alegación!", se sorprendía un edil del PP.
