Para atajar las quejas y controversias vecinales surgidas en Son Servera, después de que se anunciase que se pretendía cerrar el acceso a la plaza de Sant Joan ciertas horas al día dependiendo de si es temporada estival o invernal, la alcaldesa, Natalia Troya (PSOE), y el concejal Antoni Servera (Independents), convocaron, anteayer noche, a todas las personas que habían hecho llegar su disconformidad con el cierre (un centenar), en el teatro La Unió, para explicarles detenidamente el proyecto de cierre propuesto por el consistorio y escuchar las alternativas de vecinos y comerciantes, para valorarlas antes de tomar una decisión definitiva.

La propuesta consistorial, después de cerrar las calles de la plaza con pilones mecánicos, daba acceso a los domicilios de los vecinos afectados, por la estrecha calle Glosador Calafat, hecho que dificulta el paso de furgonetas o coches monovolúmenes. Esta solución no gustó ni a vecinos ni a comerciantes, que propusieron las suyas, desde cerrar solamente fines de semana hasta cambiar de dirección la calle Fray Garí o dejar la calle Doctor Servera para el acceso de los vecinos.

Otras sugerencias fueron la de no cerrar con los pilones mecánicos; solo con señales de tránsito y dejar solo acceso vecinal, con un incremento de control de Policía Local. Los vecinos también propusieron que si se cierra la plaza, se incremente la vigilancia policial, para evitar los balonazos o accidentes de monopatín, que se han reproducido este verano.

Finalmente se creó una comisión de seguimiento, que estará compuesta por representantes de los vecinos, un representante de los comercios y la alcaldesa y regidor de Urbanismo y que debatirán antes de tomar una decisión firme.