­El primer gran discurso público del alcalde socialista de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, en el contexto del acto conmemorativo de las fiestas del Rei en Jaume, dejó un mensaje político de alcance para desarrollar durante esta legislatura: una defensa firme de la autonomía municipal tanto en materia económica como urbanística.

Ante un público formado por las principales autoridades del municipio y de la Comunidad, entre las cuales estuvo la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, Rodríguez Badal arremetió contra una ley de estabilidad presupuestaria que "encorseta" a las administraciones municipales pese a que éstas presenten unas cuentas saneadas y sin déficit.

En este sentido, el alcalde aseguró que no entendía por qué esa normativa le impedía devolver al ciudadano todo lo que este paga en impuestos "una vez pagada la ´hipoteca´ de la deuda municipal".

"Necesitamos recuperar la autonomía económica para una gestión municipal sensata, de tal forma que se nos permita atender las necesidades de nuestros ciudadanos, y ejecutar las inversiones necesarias, y no acumular un superávit que sólo sirva para pagar prematuramente a los bancos", sostuvo el alcalde, incidiendo en un argumento que expresó con frecuencia cuando estaba en la oposición.

En el mandato del alcalde Manu Onieva (PP), el millonario superávit municipal se destinó a aliviar la deuda, tal y como prescribe la ley estatal.

Esa defensa de la independencia municipal la aplicó también Rodríguez Badal al urbanismo de Calvià. "El diseño del modelo urbanístico de un Plan General no puede verse menoscabado por decisiones puntuales, concretas, que otra institución tome, sin tener en cuenta el diseño global de reparto municipal de servicios y usos del propio suelo", defendió el mandatario municipal, quien proclamó rotundamente su "no a la pérdida de control" a la hora de definir los ejes básicos del territorio de Calvià.

Vertiente social

El mensaje social estuvo también muy presente en el discurso del alcalde. Recordó a quienes sufren el desempleo y a los trabajadores que a duras penas salen adelante con temporadas turísticas muy reducidas y que presentan "secuelas físicas derivadas de muchos años de trabajo", como las camareras de pisos.

"La realidad más dura es ver de cerca penalidades en invierno, en forma de frío, escasa o incorrecta alimentación, o Navidades sin regalos infantiles", dijo.

Defendió dos vías para abordar tal estado de cosas. Por un lado, la puesta en práctica de ayudas municipales de emergencia social o en forma de becas. Y, por el otro, la lucha para ampliar la temporada turística "para que las contrataciones lleguen al mínimo de nueve meses" y para que los trabajadores tengan "unas condiciones laborales dignas".

En materia turística, Rodríguez Badal reiteró su apuesta por una "segunda reconversión", no sólo para renovar el destino de la mano de las declaraciones de zonas turísticas maduras, sino también para adecuar la oferta al entorno natural, a fin de potenciarlo y conservarlo.

Ofrenda floral

Con la amenaza de lluvia presente a lo largo de toda la tarde, el acto reunió a autoridades políticas, religiosas y policiales. Tras el discurso institucional del alcalde y el pregón del periodista y escritor Andreu Manresa, se celebró, como es tradición, la ofrenda floral por parte del Ayuntamiento y asociaciones y colles del municipio. Una actuación musical puso fin al acto.