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Son Servera

Polémica entre Ayuntamiento y vecinos por el cierre de la plaza de Sant Joan

El equipo de gobierno convoca a los vecinos a una reunión para explicar el proyecto y calendario

Las restricciones en los accesos a la plaza, un punto caliente. b. capó

La restricción del tráfico rodado en la plaza de Sant Joan y la futura peatonalización de un tramo de la calle Pere Antoni Servera, ha levantado quejas vecinas a favor y en contra de las medidas previstas por el consistorio serverí.

El cierre de la plaza que el equipo de gobierno formado por PSOE e Independents, tienen previsto realizar de lunes a viernes de 19,30 a 23 horas y los sábados de 16 a 23 y domingos y festivos de 10,30 a 23, desde el 1 de junio a 15 de septiembre (el resto del año solo se cerraría los sábados y domingos con el mismo horario), ha levantado multitud de quejas desde los sectores comerciales hasta la ciudadanos de a pie, llegando el consistorio a recibir más de un centenar de firmas en contra.

Desde el Ayuntamiento se ha detectado una falta de información, ya que en algunas de las quejas recibidas por escrito se deja entrever que el cierre de la plaza será para siempre, por este motivo el consistorio ha convocado a todos los afectados a una reunión informativa para el próximo martes, en la que se explicará detenidamente la propuesta del cierre parcial de la circulación a la plaza Sant Joan, desde los horarios de cierre, hasta las rutas alternativa de los vecinos afectados, para garantizarles el acceso a sus domicilios.

Peatonalización

Por otro lado, el consistorio de Son Servera recibió el pasado 17 de agosto una solicitud firmada por veintitrés vecinos de la calle Pere Antoni Servera, para que actúe sobre los accesos de los viernes, días de mercado, estacionamiento permanente de furgonetas, aceras insuficientes para garantizar la seguridad de los peatones, excesos de velocidad, incivismo, el Centro de Información Juvenil y problemas de basuras en la calle.

Los vecinos piden a la alcaldesa Natalia Troya, que tome las medidas oportunas para evitar estos problemas y que peatonalice la calle desde las confluencias con la calle Doctor Esteva y Sant Antoni. El hecho que este grupo de vecinos se reuniera solo en pequeño comité y dejara a otros fuera de las reuniones ha despertado otro movimiento vecinal contrario, que el pasado 7 de septiembre presentó un escrito instando a la alcaldesa y a la regidora de Urbanismo, para que no realicen ningún proyecto de peatonalización sin antes consultar con todos los afectados; la solicitud va avalada por la firma de 29 vecinos.

Según se desprende del documento, no están en contra de un proyecto de mejora o embellecimiento de la céntrica calle, pero sí de una peatonalización que conllevara no poder aparcar en este trozo de calle, eliminando un número considerable de plazas. Los vecinos advierten de no hacerlo con un consenso, podría acabar como el tramo de carril bici de la avenida Joan Servera Camps de Cala Millor, que después de muchas quejas vecinales se tuvo que quitar.

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