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Sa fira

Una imagen lamentable del rastro de Inca o cualquier otro

Imagen de personas rebuscando en los contenedores. Pep Córcoles

La imagen que ilustra este comentario es del pasado domingo. Una vez finalizado el rastro de Inca, que se celebra en la plaza des Bestiar y en la de la Font, los mercaderes se deshacen de algunos productos que no han conseguido vender. Y lo digo claramente, porque el 90% de lo que se vende en ese rastro se recoge de la basura. Lo vemos a diario, pues hay vendedores que se pasan la semana recorriendo los contenedores en bicicleta y recogiendo restos. La basura que no se ha vendido se vierte o se deja tirada por el suelo y luego vienen otros rebuscadores a removerlo para ver si aún pueden aprovecharlo. Todo esto provoca una lamentable imagen, pero además ocasiona un doble trabajo de limpieza. La solución no es sencilla, pero pasa por ordenar bien este mercado. Por ejemplo, no permitir la exposición de mercancía en el suelo o la imposibilidad de que los vendedores repitan más de un cierto número de veces seguidas. Es una idea.

El pan lleva agua, harina y levadura

Hace unos días leí la etiqueta de un pan envasado en una gran superficie. En la fórmula decía que podía contener trazas de huevo, frutos secos, soja, sésamo o cereales. A ver el pan, definido como tal, no debería contener rastros de huevo. No se debería permitir, o no es pan. Vamos digo yo.

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