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Vínculo histórico

Un matrimonio con raíces históricas

Un vecino de Santa Margalida se casará el fin de semana con su novia de Tàrbena (Alicante), descendiente de los ´vileros´ que repoblaron la comarca hace 400 años

Esteve Calafat e Inés Soliveres, la pareja que se casará el próximo fin de semana.

El próximo fin de semana, en la localidad alicantina de Tàrbena se celebrará el matrimonio entre Esteve Calafat Alós, de Santa Margalida, e Inés Soliveres Ramon, de Tàrbena. En principio, todo indica que se trata de un enlace normal, como ocurre a diario en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, el ´sí quiero´ que los novios se dirán en unos días tiene mucho de acto simbólico.

La historia común de ambas localidades, a pesar de estar separadas por el Mediterráneo, convierte en singular el enlace. Tàrbena y Santa Margalida están unidas por un vínculo que, pese a los siglos transcurridos, se mantiene vivo en el imaginario colectivo de sus habitantes. Hace 400 años, la localidad alicantina fue repoblada por habitantes procedentes del pueblo mallorquín, una herencia que se mantiene viva en Tàrbena.

La novia es descendiente de los mallorquines que hace cuatro siglos abandonaron sus raíces mallorquinas para participar en la repoblación de la Vall de la Gallinera (Alicante). Los antepasados de Inés eran Solivellas de apellido, pero por motivos de fonética derivó hacia el actual Soliveres. Fueron una de las primeras familias que repoblaron el predio árabe de Benigebell y al cabo de pocos años se desplazaron a la parte baja y fundaron el pueblo de Tàrbena, que conserva las raíces mallorquinas e incluso el artículo ´salat´ propio del catalán de Mallorca.

Ahora, 400 años después, una descendiente de aquellas familias contraerá matrimonio con una persona procedente de uno de los pueblos que repoblaron la zona. Tanto Tàrbena como Santa Margalida han mantenido encendida, mediante actos de ´agermanament´, la llama viva de sus raíces comunes.

La parroquia de Santa Bàrbara de Tàrbena será testigo el próximo fin de semana de este enlace peculiar. Inés y Esteve se conocieron en el año 2005, cuando él se desplazo a Tàrbena, a principios de verano, para participar en un ´correfoc´, ya que es técnico de sonido de los dimonis Hiachat de la localidad mallorquina.

Con motivo de las fiestas de la Beata del mismo año fue Inés quien se desplazó a la Vila. Fue durante aquella estancia y la cena de ´germanor´ cuando iniciaron definitivamente su relación y una vida en común en Can Picafort.

Acto conjunto entre las dos localidades en 2011. M. BOSCH

El futuro matrimonio ve su enlace como una cosa normal de parejas, y en ningún momento pensaron en la repercusión que esta unión tendría, principalmente en la localidad de Tàrbena, mucho más pequeña que Santa Margalida, donde la noticia también ha dado que hablar, aunque en menor medida.

Así, la iglesia de la pequeña localidad de Tàrbena, construida por los antepasados de las familias que emigraron hace cuatro siglos, unirá a esta pareja. Está previsto que numerosos ´vileros´ asistan al acto. La pareja quiere agradecer las facilidades dadas por la Fundación Balearia para la consecución de los billetes, ya que siempre ha colaborado con los actos de ´agermanament´ que se han realizado entre las dos poblaciones unidas por la historia.

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