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Artesanía

Vuelven los helados de Can Nero

La popular heladería artesanal de pueblo, que se inauguró en 1980, abre de nuevo sus puertas al público - Una de sus principales recetas, la de almendra, viajó desde Cuba hasta Andratx hace décadas

Vuelven a la mesa los tradicionales helados de Can Nero. La histórica heladería artesanal del pueblo vuelve abrir sus puertas al público, después de varios años cerrada. El local mantiene y mejora las distinguidas recetas artesanales que la hicieron famosa por todos los rincones de la isla. El negocio Can Nero de Andratx abrió sus puertas al público en 1980. La especialidad que la hizo famosa fueron, sin duda, los helados artesanales de almendra.

La carta de helados de entonces se basaba en suculentos postres puramente artesanales de almendra natural y tostada, avellana, mantecado, chocolate, fresa y limón.

La historia de los helados de Can Nero la refresca hoy Alberto Andonegui y la sitúa en torno a los años sesenta. Partiendo de esas bases fue Toni Bosch, Petita, que aprendió a elaborar los helados de la mano del mestre Biel Mir. La receta principal, la del helado de almendra, viajó desde Cuba hasta la localidad donde se hizo famosa. Petita, entonces, durante varios veranos, hacía helados en Can Tomeu; una bomba "ben grossa", como la definían los que la degustaban.

El negocio se hizo un hueco a la hora de ser partícipe de las diferentes celebraciones a lo largo del año. En el municipio, el helado de Can Nero se convirtió al poco tiempo en el principal plato de numerosas celebraciones, bodas, comuniones, bautizos, entre otros eventos. Con el tiempo, cada día, sumaban más pedidos de helados. Fue entonces, en 1980 cuando Guiem Alemany, Nero, yerno de Petita, decidió abrir la heladería en una calle céntrica de la localidad; un negocio familiar siempre con postres puramente artesanales, donde la almendra de Santa Maria era la protagonista del refrescante producto.

La familia de heladeros continuó su trayectoria hasta que un trágico accidente obligó a cerrar el negocio de los helados artesanales. Aun así, la sobrina de Guiem Alemany, Francisca Alemany, intentó mantener abiertas las puertas del local pero otras obligaciones familiares le obligaron a cerrar, temporalmente, las instalaciones.

Ahora, Can Nero abre de nuevo sus reformadas instalaciones de la mano del hijo pequeño de Francisca, el joven Lluís Bosch.

Lo hace con las mismas recetas artesanales, sumando helados de limón e higos chumbos y manteniendo el postre estrella de helado de almendra que, sin duda, seguirá siendo el más solicitado por los clientes.

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