-¿Cómo se pasa de estar a punto de cerrar a querer ampliar el hospital en cuatro años?
-A mi personalmente nadie nunca me dijo que tenía voluntad de cerrar el hospital de Manacor, ni los consellers Toni Mesquida ni Martí Sansaloni. Es cierto que cuando estaba al frente la señora Carmen Castro y el señor Bestard de director general, salió insistentemente en prensa que se querían desmantelar los hospitales comarcales; lo cual hubiera sido un error terrible. Digamos que hubiera sido una línea roja con la que yo nunca hubiera colaborado.
-¿Cuánto de duros han sido estos últimos años?
-Han sido momentos muy difíciles para la sanidad pública y para los profesionales que trabajamos en ella. De mucho estrés e incluso de desesperación; se llegó a crear un ambiente absolutamente nocivo para realizar un buen trabajo. Los recortes fueron durísimos.
-¿Cómo se recupera ese ánimo perdido?
-Intentando favorecer un clima de ilusión, convenciendo y motivando.
-¿Un profesional de la medicina realmente siente los recortes?
-Por supuesto. En Sanidad se dejaron de contratar a determinados profesionales y se eliminó la actividad extraordinaria, las horas extra por decirlo así. Eso significó perder sobresueldos, unas bajadas salariales de entre el 20 y el 25% por un lado, y que aumentaran las listas de espera porque había menos gente trabajando.
-¿Ha habido 'enchufismo' en la Conselleria? ¿Qué opina del caso de Jordan Thomas?
-En mi opinión el perfil de los gerentes de los distintos hospitales públicos es muy técnico. Creo que se han seguido criterios profesionales y no motivaciones políticas. Con respecto a lo del señor Thomas, no me corresponde a mi opinar sobre una decisión de la cuña no sé los motivos.
-¿Pero este no era un hospital modelo en el que el resto debía mirarse?
-Antes de la crisis y de los rumores en este centro prácticamente no había una lista de espera. Hace unos años pasamos a tener 20.000 enfermos en lista para primera consulta y casi 3.000 esperando una cirugía. La demora media para consultas era de 148 días. Esas son cifras insostenibles, que créame que a los profesionales no nos gustan nada.
-¿Ahora ya vuelve a estar todo como antes?
-No. De los 20.000 hemos pasado a unos 12.000 y de los 3.000 esperando para cirugía se ha pasado a una lista de 2.200. Eso no incluye por supuesto las patologías graves, como el cáncer, que son operadas en menos de 30 días. Pero para que eso sea posible, tal vez unas varices tienen que esperar un año... y la gente me lo recuerda por la calle, no se crea. Falta mucho por mejorar.
-¿Cómo se puede mejorar si hay lo mismo que había?
-Siempre hay margen de mejora aumentando la eficiencia, la productividad. Aunque esas horas extra no se van a volver a recuperar si que se trabaja en una prolongación de la jornada.
-¿Qué ampliaciones y mejoras contempla el nuevo plan director?
-Primero hay que empezar por el plan funcional, es decir, saber porqué y cómo queremos crecer. Definir el modelo de hospital que queremos para los próximos 20 años. Se trata de escuchar a los profesionales, por eso antes del 8 de septiembre todos los responsables de los distintos servicios deben pasarme un informe con sus necesidades. Una vez tengamos eso ya se pasará a ver cómo se puede plasmar en un proyecto físico.
-Todo eso ya se intentó en la legislatura 2007-2011 y no se llegó a tiempo, ¿Por qué hay que ser más optimistas ahora?
-Porque ahora el plan funcional no estará un año a estar listo sino seis meses. Sabemos dónde se paraban los trámites en el anterior proyecto y eso hay que evitarlo. Si bien antes hablábamos de una fundación, lo que significaba que las decisiones se tomaban aquí, y ahora todo depende de la administración pública, que es muy garantista pero más lenta.
-¿O sea que puede volver a pasar?
-No lo creo. Estoy segura de que todo el mundo va a empujar hacia el mismo lado. Yo estaré satisfecha si dentro de cuatro años las obras estan empezadas, porque significará que ya nadie las podrá parar.
-¿Qué necesita este hospital exactamente?
-Otro edificio de tres plantas sobre todo y una ampliación de la zona de Urgencias. Cuando se inauguró el hospital en 1997 el servicio se diseñó para atender unas 80 urgencias diarias. Hoy en día atendemos una media de 200, con más plantilla pero en el mismo espacio, y eso es directamente inasumible. Hemos pasado de 31.000 anuales a las 65.7000 el pasado 2014.
-¿Entiende las críticas por la falta de camas y los enfermos esperando en pasillos?
-Ahora tenemos ocho camas vacías. El problema está en los meses que denominamos de gripe, donde este año ha habido gente que ha tenido que esperar más de 24 horas en Urgencias. Me sabe muy mal, pero lo que no puedo hacer es cerrar la puerta.
-¿Los quirófanos bastan?
-Actualmente el área quirúrgica consta de ocho quirófanos, de los cuales uno es para cirugía menor ambulatoria, es decir, sin ingreso, y dos para cirugías mayores también ambulatorias. Con lo cual nos quedan cinco, de los cuales uno siempre debe estar a punto para una urgencia, uno como paritorio y tres para intervenciones programadas para el resto de especialidades. No nos basta para nada. Lo ideal sería contar con al menos trece. En avance en las técnicas ha hecho que la cirugía sin ingreso sea cada vez más común y por donde debemos crecer.
-¿Cuántas cirugías pueden llegar a realizar en un año?
-En 1998, que es el primer año completo que tenemos de referencia después de abrir, realizamos 2.500. El año pasado fueron 7.600, y llegamos a las 8.500 cuando había actividad extraordinaria.
-¿Cuál es la población censada a la que atiende el hospital de Manacor?
-Estamos hablando de un área poblacional de 140.000 personas, cifra a la que hay que sumar la población flotante, sobre todo en verano cuando podemos llegar hasta las 200.000, las personas que carecen de papeles y los extranjeros residentes que, por una u otra razón, no están censados aquí. Para que se haga una idea, en 1998 eran 103.000.
-¿El área de consultas es suficiente?
-Hoy en día tenemos 34 consultas, de las que diez las hemos 'robado' a los pasillos o a la papelería, por ejemplo. Y aún así no nos basta. Necesitamos una mayor área de gabinetes para exploraciones ambulatorias, pruebas de esfuerzo, endoscopias..."Es inasumible atender 200 urgencias diarias en el mismo espacio que teníamos cuando abrimos en 1997"
-¿El aumento de las consultas, entiendo que debe se similar?
-Efectivamente, de las 52.700 del primer año a las 163.000 actuales.
-Este hospital ha pasado de ser el más nuevo a ser el más viejo de Balears en menos de 20 años... y lo preocupante es que se nota mucho.
-Sí, pese a tener unos profesionales con una media de edad joven el edificio ha envejecido mal. Entre otras cosas porque ha estado años abandonado físicamente.
-¿Qué quiere decir?
-Me refiero por ejemplo que en 2012 el Govern destinó 125.000 euros a inversiones para el centro, lo cual, aunque pueda parecer mucho dinero, no basta ni para arreglar lo que se rompe. En 2013, como consideraron que habíamos sobrevivido, volvieron a asignarnos 125.000 euros."Ahora poder operar un cáncer en menos de 30 días, significa que unas varices tal vez esperan un año"
-¿Y entonces?
-Conseguimos que el Govern aumentara la partida hasta los 350.000. En 2014 igual, empezamos con los números que dejamos en 2013 y al final logramos estirar una partida anual de 1,3 millones. En 2015 llegaremos a los 1,9.
-¿Y eso cómo se hace?
-A base de insistir y llorar mucho [sonríe]. Es así.
-Hablando claro, ¿Cuánto necesitan?
-Tenemos más de ocho millones de euros en necesidades. Hay equipos médicos de más de ocho años que habría que cambiar. Hay máquinas que ya han superado su vida útil y que hay que reemplazar para que sean fiables. Pasa un poco como los coches, salvo que aquí estamos hablando de otros precios: un equipo nuevo de radiología cuesta más de 200.000 euros. Aún tenemos camas de 1997. El año pasado gastamos más de 250.000 euros en adquirir camas con motor y nuevas butacas para los acompañantes.
-¿Por qué la escalera mecánica hace tanto que no funciona?
-No es que esté estropeada, es que está clausurada. Pese a que pusimos carteles avisando de que no era conveniente que las personas mayores o los niños la usaran, que mejor cogieran el ascensor, tuvimos cuatro caídas graves en un año. Así que había dos salidas, o poner a un guardia de seguridad que discriminara quien podía o no subir, o cerrarla. En todo caso no es muy grave porque es un solo piso y también hay ascensores."Necesitamos sobre todo un nuevo edificio, ampliar la zona de Urgencias y pasar a trece quirófanos"
-¿De qué manera se puede ampliar la zona de aparcamiento?
-O creciendo mediante plantas o ampliando la zona a ras de suelo con más terreno. Se han planteado muchas posibilidades durante los último años: desde cambiar la disposición de las plazas, disminuir las aceras o quitar árboles... pero creo que hay que hacer las cosas de forma que sean eficientes. Actualmente hay 444 plazas. El anterior plan las aumentaba hasta las 582. Veremos cuál es la solución.
-¿Es necesario un segundo centro de salud en Manacor?
-Es cierto que el actual también tiene problemas físicos de espacio y que quizá a diez o veinte años vista un segundo centro sea muy necesario. Ahora bien, también entiendo que en nuestra misma comarca hay otros que están en peores condiciones que el de Manacor. El de Artà, por ejemplo, está en una casa del siglo XIX, con todos sus problemas. Es decir, que creo que hay otras prioridades antes.
-¿Y abrir las 24 horas para descongestionar el hospital?
-Curiosamente creo que no sería una solución para disminuir la carga de trabajo de Urgencias. Hace 18 años que la población de este municipio está acostumbrada a ir directamente al hospital cuando tiene un problema. Cambiar eso sería un proceso largo.
-Todavía no me ha hablado de las necesidades de su especialidad
-[Sonríe] Es cierto, a veces los médicos del servicio de Oncología me riñen porque antepongo otras cosas para que no parezca que les favorezco... y al final acabo haciendo lo contrario. En serio, necesitamos un nuevo gran hospital de día de Oncología y Hematología, que también sea útil para medicina interna, reumatología, dermatología...
-¿A quién se le ocurrió la idea de arreglar la cubierta en la época que más llueve del año? ¿todas las habitaciones de la cuarta planta han abierto?
-A nadie. Fue un aspecto negativo de la lentitud burocrática. En realidad la solicitud de permisos para reparar la cubierta y evitar las goteras era de octubre de 2013, lo que pasa es que no llegaron todos hasta enero de 2015. Se planteó la posibilidad de esperar hasta el verano, pero el problema era urgente y se decidió actuar. Desde finales de enero hasta marzo hubo algún día de lluvia, pero que no afectó ni a las obras ni al edificio. Lo que pasó es que en un solo día llovieron 60 litros por m2 en dos horas. Ahora los trabajos han acabado y solo falta el documento de final de obra. El 100% de las habitaciones están operativas excepto nueve, en las que se están modernizando los baños.
-¿Cerrar toda la cuarta planta era la única solución?
-Fue una decisión dura, pero para la seguridad de enfermos, familiares y profesionales, era necesario.
