Felanitx volvió a vivir un Sant Agustí sin barreras, después de unos años con exceso de efectivos de seguridad. La plaza des Convent, algo menos abarrotada que en otras ocasiones pero con miles de personas aguardando, recibió con vítores la llegada de la comitiva política y los Cavallets, que como es tradicional bailaron dentro y fuera del templo donde, a las once se ofició la misa en honor al santo.

Una hora después Felanitx volvió a rugir, y el palio de la peña taurina El Cosso quedó desplegado sin más problemas. Bajo él, además del nuevo alcalde Joan Xamena (Bloc), pasaron tanto el vicepresidente como la presidenta del Govern, Biel Barceló y Francina Armengol respectivamente, que no dudó ni un instante en cumplir con el protocolo. La crítica, mucho más hiriente y contundente en tiempos del PP de Bauzá, ayer se quedó en varias pancartas, como la que rezaba Munar Askatasuna, por la que también tuvieron que pasar los asistentes a la ceremonia, a la que no asistieron los miembros del nuevo equipo de gobierno local.

El pregón no oficial de las nueve de la mañana fue desplegado por el artista Jaume Canet, quien entró en la plaza de s´Arraval crucificado y seguido de un bestiario surreal, una muestra más del carácter desenfadado de la fiesta felanitxera. Traca y recorrido.

Por la tarde, y en sustitución a los tradicionales espectáculos desplegados por las avenidas durante la era postaurina, lo que triunfó fue la ruta de bares por lo que las peñas disfrutaron de los conciertos en directo programados en diferentes puntos. Quizá la nota discordante del nuevo programa fueron algunos abusos con el alcohol.