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Ordenanza

Llucmajor podrá multar con hasta 3.000 euros la obstrucción de caminos

Una nueva ordenanza define las funciones del Servicio de Vigilancia Rural, que se encargará de controlar los robos en fincas

La nueva norma estipula sanciones para los vertidos en caminos públicos. T. O.

La nueva ordenanza municipal de medio rural del ayuntamiento de Llucmajor establece multas de entre 750 y 3.000 euros por no respetar los caminos públicos, obstruyéndolos o alterándolos, así como por hacer vertidos ilegales en el campo.

A la hora de fijar la sanción, se tendrá en cuenta el daño económico causado y la reincidencia. La ordenanza, que acaba de publicarse de manera oficial, se marco como objetivo "regular los usos y costumbres que, en el ámbito rural, se practican en el término municipal".

En este sentido, la normativa regula mejor las funciones del Servicio de Vigilancia Rural, que, entre otros cometidos, se encargará de la vigilancia ante robos y destrozos de las cosechas. Velará, asimismo, por la conservación de la flora y de la fauna que estén protegidas, así como por el correcto tráfico de los vehículos de alto tonelaje que circulan por los caminos rurales.

La ordenanza de medio rural fija la prohibición de entrar en fincas rústicas a coger frutas y verduras, a no ser que el propietario haya dado previamente su consentimiento.

Determina también la obligatoriedad de que los propietarios de parcelas situadas en suelo calificado como no urbanizable se encarguen de conservar en buenas condiciones el terreno "mediante el mantenimiento de los cultivos o de la masa vegetal, de una manera equilibrada".

La ordenanza distingue entre infracciones leves, graves y muy graves. Las primeras se castigan con hasta 750 euros, pero su cuantía se puede ver incrementada en función del daño causado y de la reincidencia de la conducta infractora.

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