Hay una fiesta en la plaza de Bunyola, mientras alguien pierde los papeles en la entrada del Ayuntamiento. Los bares y los comercios están repletos de gente y en la iglesia ha habido una boda. Al mismo tiempo, un grupo de ciclistas se dirige a Orient y unos niños juegan en las calles del pueblo.
Estas son algunas de las escenas que pueden verse en el cuadro que Sally Anne Wood mostró por primera vez hace ya ocho años y que desde hace unos días puede verse en la entrada del Ayuntamiento de Bunyola. La artista y el consitorio han llegado a un acuerdo mediante el cual Wood ha cedido su cuadro a la institución durante cuatro años.
Se trata de una original composición formada por 76 pequeños cuadros que encajan como un puzzle y que ofrecen una particular visión del pueblo y de sus gentes.
Aunque las grandes dimensiones de la composición no han permitido que pueda instalarse completa por razones de espacio, sí que puede verse la parte central del cuadro, con cerca de cincuenta de los pequeños lienzos montados.
Se trata de una obra que invita a mirar y descubrir escenas, lugares y hasta personas conocidas. Wood no solo muestra lo que pasa en las calles del pueblo, sino que también deja las puertas, las ventanas y los tejados de los edificios abiertos para mostrar lo que ocurre en el interior de casas, bares, comercios y otros edificios como el mercado municipal, la iglesia o el mismo Ayuntamiento, escenas cotidianas de la vida del pueblo.
Sally Anne Wood, nacida en Chesterfield (Inglaterra), vive en Bunyola desde los 16 años. Su cuadro pudo verse por primera vez en Bunyola en el año 2007, cuando lo expuso en su muestra Vall de somnis. A partir de ahora, y hasta el 31 de mayo de 2019, podrá verse en el Ayuntamiento.
