La temporada de pesca de langosta de este año se dará por finalizada mañana, de hecho, que no oficialmente. Los pescadores disponen aún de una semana más para ir a la captura de este preciado marisco que este año no ha cumplido con las espectativas económicas que esperaban.

El problema de los pescadores este año ha sido la menor demanda del sector de la restauración y, en consecuencia, unos precios que no les han satisfecho. Sin embargo las capturas estaban superando las del año pasado. Hace una semana se llevaban pescados unos 2.000 kilos más que el año pasado.

Antoni Garau, secretario de la Federación de Cofradías de Pescadores de Balears, explica que "el mercado de la langosta se cimenta mucho sobre la demanda local. Si los establecimientos hoteleros no la demandan es difícil que sea rentable pues no contamos con una producción lo suficientemente amplia como para contemplar la exportación".

Al sector le hace la competencia el contingente de langosta congelada que los diferentes mayoristas hacen llegar a los mercados procedentes de puertos lejanos como el norte de áfrica o incluso del Atlántico.

Además de ello, cabe destacar que también ha habido un suministro abundante y constante de marisco local. Muchos pescadores de Balears obtuvieron capturas excelentes los meses de abril y mayo. Estas langostas fueron almacenadas en viveros esperando la demanda de los meses de julio y agosto, pues tradicionalmente suele subir en temporada alta.

El problema es que la demanda no se ha incrementado y la langosta almacenada, que se estima en 4 ó 5 toneladas, se ha ido sacando de los viveros a la par que se añadía a la oferta del contingente que se pescaba cada día. Ésto ha provocado que el precio se mantuviera igual o inferior al del año pasado; algunas fuentes hablan de un 20% menos.

A pesar de que aún queda una semana de campaña son muchos los barcos langosteros que han optado por dejar de pescar esta especie para iniciar la temporada de llampuga habida cuenta que ésta se solapará unos días con la de la langosta.

A partir de mañana ya pueden calar los 'capsers' para iniciar la campaña de llampuga. Los 'capsers' son unos señuelos compuestos por una caja de madera con flotadores y algún elemento, casi siempre vegetal, como ramas de palmera o similares, para que cree una sombra artificial.

La llampuga, una especie pelágica, tiene la costumbre de congregarse en estos puntos de sombra por lo que la labor de los pescadores se simplifica.

El problema para compaginar la pesca de la Llampuga con la de la langosta es que la normativa actual sólo permite a los barcos que participan cargar un tipo de arte. Bien pueden llevar redes langosteras o bien redes llampugueres, nunca las dos a la vez. Esto ha abundado en el abandono prematuro por parte de muchas embarcaciones de arte menor de la campaña de langosta.

La llampuga se pesca con un arte que se va calando cercando los posibles cardúmenes y, jalando de ella, se izan a bordo las capturas.