La III edición de la Fira de Cuina de Consell, que se celebra conjuntamente con un pequeño mercadillo artesanal, tuvo lugar el pasado sábado. Fue un un éxito de participación y poco a poco va arraigando, tanto entre los vecinos, como entre visitantes de otros pueblos cercanos, como Alaró, Santa Maria y Santa Eugènia, entre otros.

El mercadillo artesanal ,que se situó en la calle de Sant Bartomeu, empezó a recibir visitantes a partir de las ocho de la tarde. Mientras en la calle Rector Nadal Munar, se ultimaban los trabajos, para tenerlo todo en su sitio a las nueve, hora en que estaba prevista la inauguración de la III edición de la Fira de Cuina. Así los establecimientos que participaban en esta edición, seis en total, preparaban sus barras para la bebida y los platos que iban a ofrecer a los visitantes, al precio de 5 euros.

Los visitantes, pudieron degustar, platos tan típicos de nuestra gastronomía, como el Llom amb esclatasangs del Bar Es Club, las albóndigas que ofreció Can Teades, o las Albarginies farcides amb amanida d´estiu de S´Uficina,. Y otros más sofisticados como croquetas de rodaballo del Café Rustic, o las Trompetes de Gambes amb amarida de surimi, no faltando tampoco, otro plato también con mucha tradición como los canelones, pero estos rellenos de marisco, en lugar de carne, que ofrecía el Bar Ca Na Pintada

Dada la gran cantidad de oferta, no se notaron aglomeraciones en los respectivos estands, no siendo así en las mesas habilitadas, ya que a las nueve y media de la noche difícilmente se encontraba una mesa vacía.

Los visitantes, no únicamente podían degustar estos platos, sino que también podían comer a la carta, naturalmente el precio no era el mismo, no faltando tampoco las hamburguesas para deleite de los más pequeños.

Entre tanto también se montó una interesante exposición y venta de artesanía, Profesionales de diferentes gremios ofrecían su trabajo.

A partir de las diez y media, y en la plaza Major, dio inicio la revetla popular, por lo cual, los asistentes a esta feria tuvieron un nuevo motivo de pasarlo bien, escuchar música mientras comían, o quemar calorías después de hacerlo bailando alguna pieza en la plaza.