Casi un millar de personas, chicos y chicas, convivieron y participaron ayer a partir de las dos de la tarde, en la segunda edición de Sa quintada llosetina, organizada este año por la novel asociación cultural Sa capsaneta. Se agruparon según el año de nacimiento o quintada. En total fueron cuarenta quintadas, la de mayor edad fueron los nacidos en 1958 y los más jóvenes los nacidos en 1997.

Para distinguir a las diversas quintadas se confeccionaron camisetas de distintos colores. En la parte posterior de la camiseta se hacia constar la quintada a la que pertenecían y en la parte delantera un anagrama conmemorativo.

También, cada grupo se encargó de invitar a tomar parte en el acontecimiento a aquellos nacidos en la localidad pero que, actualmente, residen fuera de su pueblo.

Dentro del programa de actos figuraba una comida de compañerismo. No había local en Lloseta para albergar a tanta gente. La organización había establecido que los diferentes grupos fuesen distribuidos en los bares y restaurantes de la localidad. Cada uno de ellos serviría un menú que escogería el establecimiento. Cada menú costaría la cantidad de 15 euros. A los participantes se les regaló un vaso ecológico.

Tolo Bennasar, uno de los organizadores, decía que la edición de Sa Quintada ha superado, con creces, la del año anterior, tanto en participación como en colaboración por parte de muchos jóvenes.

Este año, debido a que el Ayuntamiento ha prohibido usar el Palau de Aiamans por su mal estado, los organizadores montaron una carpa de 400 metros cuadrados en unos solares de la avenida del Cocó. Allí celebraron su fiesta con una decoración especial. Continuó hasta bien entrada la noche.