El puerto de Can Picafort (Santa Margalida) tiene una parte deportiva que es administrada en concesión por el Club Náutico y una parte pública, que depende directamente de Ports de les Illes Balears. Esta división se efectuó en su momento ante la previsión de que existiera una demanda de servicio público como embarcaciones turísticas o pescadores. Y así, uno de los pantalanes, el más próximo a la bocana, que tiene 60 metros es gestionado directamente.

Esto representa un pequeño problema inicial puesto que para acceder a esta zona de gestión pública se debe pasar necesariamente por la parte de gestión privada. Ello puede crear confusión acerca de quién debe hacer el mantenimiento de toda esta zona de servidumbre.

Aún así, el presidente del Club Náutico, Antoni Monserrat, asegura que "cada año se gastan miles de euros en mantener todo el puerto deportivo".

Sin embargo usuarios de esa zona pública denuncian que hay graves deficiencias, algunas de ellas con aparente peligrosidad.

Este diario comprobó la existencia de torres de enchufes golpeadas y expuestas a la inclemencia del tiempo. También se observan postes caídos, artes amontonadas y chatarra en el pantalán público -probablemente por la falta de espacio donde ubicar algún almacén para las necesidades de los pescadores-. También se observa un grado de deterioro más que evidente en alguna farola.

Otro de los problemas del puerto es la falta de calado debido a la sedimentación. Monserrat asegura que se gastan cada año 60.000 euros en dragado del puerto.

En concreto este año se efectuó el dragado de una parte de la bocana de entrada. Para ello se construyó una pasarela con rocas y arena, desde la que un camión con grúa fue dragando la mitad de dicha bocana. Fue una operación necesaria ante las quejas de embarcaciones que habían roto palas de hélices o dañado timones al rozar por el suelo.

Eduard Fius, armador de la barca turística, sostiene: "El presidente afirma que se han invertido 60.000 euros en el dragado, pero no han sido suficientes o no se han utilizado de manera adecuada, ya que se puede comprobar fácilmente el poco calado existente en numerosas zonas. Yo no sé a quien corresponde el mantenimiento en el puerto y en la zona pública, pero Ports IB ha cobrado estos últimos años decenas de miles de euros de nuestra empresa".