El ayuntamiento de Calvià tramita en la actualidad una licencia solicitada por una compañía para construir un complejo de 35 pisos tutelados para jubilados de alto poder adquisitivo en la urbanización Costa de la Calma (Calvià), sobre los terrenos que ocupa un club de tenis.

El proyecto presentado por la empresa Tenis Rauen, que sigue adelante después de que culminó la recalificación por la cual esos terrenos pasan a ser considerados equipamientos privados, incluye dependencias de club social, gimnasio, comedor y áreas asistenciales, así como 26 plazas de aparcamiento, una parte de las cuales iría en sótano y otras, en superficie.

Turismo asistencial

En declaraciones a este diario, el representante jurídico de la propiedad, José Guerrero, no ofreció por el momento previsiones de ejecución del proyecto, al tiempo que subrayó que el complejo nacerá con la intención de atraer personas mayores, preferentemente de origen europeo y de alto poder adquisitivo, necesitadas de cuidados asistenciales. La idea del complejo es que los moradores puedan vivir de manera independiente en los 35 pisos que se construirán y que, al mismo tiempo, puedan tener acceso a servicios de comedor y gimnasio, además de disponer de equipo médico y de enfermería.

Durante la tramitación, el Ayuntamiento ha solicitado documentación complementaria referente a la cesión de terrenos que le corresponde al Consistorio y al diseño de un proyecto de demolición de las instalaciones que hay actualmente construidas, según informan personas que han accedido al expediente.

Reunión con vecinos

La semana pasada, representantes de una asociación vecinal de Costa de la Calma contraria al proyecto mantuvieron una reunión con la concejala de zona, Mari Carmen Iglesias (PSOE). La postura que se transmite desde el Ayuntamiento calvianer es que existe una modificación urbanística debidamente cumplimentada y que cualquier proceso de concesión de licencias tiene que someterse a esta legalidad.

Este grupo de residentes expresa su convencimiento de que se trata de un "pelotazo urbanístico" y anuncia que solicitará una reunión con el Consell de Mallorca para exponer sus razones. Los vecinos informan además de que el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) aún se tiene que pronunciar sobre el proyecto.