Varios industriales del polígono de Binissalem se quejan del estado de su zona por lo que a la limpieza se refiere. El lugar presentaba ayer un aspecto plagado de bolsas, papeles, hojarasca acumulada que a todas luces no es solo de una semana.
Uno de estos vecinos sostiene que "el problema se ha visto agravado tras el incendio padecido por varias naves hace un mes". Restos calcinados, especialmente de plástico, han sido esparcidos por el viento.
Paco Moyà, concejal de Unió per Binissalem (UxB), en la oposición municipal, se reunió con los demandantes el pasado jueves. El edil comprobó las quejas y se comprometió a trasladarlas ante el próximo pleno municipal.
El edil aseguró a este diario que "parece que el PP se ha conformado con el resultado de las elecciones y desde entonces los vecinos no han visto por aquí una máquina de barrer".
La respuesta
Jeroni Salom, alcalde de Binissalem, se mostró disgustado porque "lo más lógico si hay una queja del día a día es que se trasmita al Ayuntamiento, no a la prensa directamente o a la oposición, pero aún así comprobaré el estado del polígono personalmente y me comprometo a dar las órdenes oportunas para solventar cualquier contingencia".
Según el alcalde, el Ayuntamiento gasta todos los meses 1.000 euros para que una empresa especializada efectúe una limpieza en profundidad. Cada mes la llevan a cabo aunque Salom reconoce que es posible que debe hacerse con mayor frecuencia.
El alcalde manifiesta que "desde el Ayuntamiento se están invirtiendo esfuerzos en este polígono, que aún no es rentable para la población. Hemos colocado cámaras de vigilancia para incrementar la seguridad y veremos a ver que ocurre con la limpieza".
