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Servicio municipal

El sol y la playa, lejos de ser un placer para el que trabaja

Los 'hamaqueros' de Alcúdia lamentan que pasan horas al tórrido calor del estío sin más cobertura que una sombrilla

Un empleado municipal efectúa el cobro a uno de los usuarios del servicio de hamacas. Helena Gómez

Son entre tres mil ochocientas y cuatro mil hamacas las que se alquilan un día normal en toda la playa de Alcúdia, según explican los mismos trabajadores del servicio municipal. En ese sentido, solamente los cuatro sectores situados en las proximidades del hotel Sunwing supondrían entre cuatrocientos y quinientos alquileres de ese número inicial. Estos trabajadores se encuentran bajo el sol desde las 8,30 de la mañana hasta las 16 de la tarde.

Así, varios de ellos destacan que en las horas más duras, en los meses más calurosos del año, caminan a pleno sol una media de tres o cuatro kilómetros diarios.

En concreto, algunos trabajadores denuncian que las condiciones de su trabajo "son dignas del siglo XIX" pues "aun estando en pleno siglo XXI, no contamos con ningún tipo de actualización o tecnología que haga más fácil nuestra labor".

Y es que, según explican, el método que utilizan para registrar las hamacas ocupadas y pagadas es, sencillamente, bolígrafo y papel. Además, su día a día consiste en ir "hamaca por hamaca para cobrar y, en algunos casos, persiguiendo a los clientes que no quieren pagar o que se hacen los despistados". En ese sentido, destacan que, no solo no cuentan con un lugar acondicionado para recuperarse del calor en las horas más duras, sino que también, la mayoría de su jornada laboral van con la recaudación guardada en una riñonera, sin posibilidad de darse un baño para refrescarse, pues no pueden dejar el dinero sin vigilancia.

Garitas

Así, sugieren la posibilidad de implantar un sistema de garitas donde los clientes fueran solicitando las hamacas, en lugar de ser ellos los que tuvieran que hacer, a menudo, la labor de "policía" buscando clientes escurridizos.

No obstante, son conscientes de que, aunque fuera por turnos, alguno de ellos tendría que ir asegurándose de que todo el mundo paga el servicio. Pero "al menos así no pasaríamos tantas horas bajo el sol", destacan. "Muchos días nos vamos a casa aturdidos por el calor, sin saber dónde tenemos la mano derecha y la izquierda" concluyen.

Por su parte, Domingo Bonnín, concejal responsable de EMSA (empresa municipal de servicios) recibía sorprendido las quejas de los trabajadores. Y es que, explicaba, "desde que empecé a gestionar EMSA me he reunido con ellos y les he asegurado que estamos a su disposición para cualquier mejora que podamos hacer en su situación laboral. Sin embargo, es la primera noticia que tengo de este malestar".

En concreto, explica que los trabajadores se encuentran divididos por sectores y que lo de "perseguir los clientes" solamente podría aplicarse al sector que tienen asignado, pero que en ningún caso los responsables deben ir por toda la playa para cobrar las hamacas. En ese sentido, apunta que tal vez no disponen de una "garita", pero sí que en cada sector de la playa hay una mesa y una sombrilla para que puedan resguardarse del sol.

Además, insiste en que este año ya se han incorporado diversas mejoras que fueron demandadas por los mismos trabajadores en las reuniones que tuvieron lugar al inicio de la temporada turística. Así, se instaló una nevera en la oficina de playas, donde los trabajadores pueden guardar su comida y los refrigerios que puedan necesitar, además de la reparación del sistema de aire acondicionado de la misma.

Liquidación

En el caso del efectivo, Bonnín apunta la posibilidad de liquidar en la oficina siempre que lo crean necesario, o incluso la opción de pedirle a uno de los encargados de la playa que lo haga. En definitiva, destaca que en absoluto es necesario cargar con todo el efectivo de la jornada.

De hecho, Bonnín explica que en unos 15 días se pondrá en marcha la prueba de unos dispositivos TPV, unas máquinas similares a las que tienen los restaurantes para realizar las comandas, mediante las que los trabajadores podrán realizar los cobros, emitir los tiquets y llevar un registro de las hamacas ocupadas. Por el momento, se pondrán en funcionamiento dos o tres dispositivos, a modo de prueba, pero poco a poco se irá dotando a todos los trabajadores con una de estas máquinas.

Además, el año que viene se pretende incorporar un complemento a estos dispositivos, que permitirá el pago con tarjeta.

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