Sus celebraciones vienen a rebufo de las de Santa Pràxedis y eso, durante años, fue uno de los impedimentos para su crecimiento. Lo fue también el hecho de que muchos petrers aprovecharan el final de las primeras para empezar sus vacaciones en Son Serra y la Colònia de Sant Pere. Pero todo eso cambió hace una década. Ahora, el fin de semana de las fiestas des Convent se ha convertido en una de esas citas alegres y lo suficientemente poco aglomeradas para que tengan un sabor a barrio. La enfilada de tomàtigues, la carrera de carretons y los Sanfermines de ayer así lo corroboran.

En realidad las fiestas de la Maré de Déu dels Àngels las instauraron los Franciscanos cuando regresaron a Petra en 1969. Ellos, como en su tiempo hizo el futuro santo Juníper Serra, siguen venerando su figura, que entre otras cosas dio nombre a la misión que el Evangelizador de California fundó hace tres siglos y que con el tiempo se convertiría en la ciudad de Los Ángeles.