Los controles de aguas, desplazamiento del terreno y gases efectuados esta semana en el antiguo vertedero clausurado de s'Ermita de Manacor, no han detectado ningún parámetro anormal. Ni en los dos pozos ni en las aguas subterráneas analizadas se han detectado indicios de contaminación. Las chimeneas que tiran los gases de los restos sellados tienen una emisión nula de contaminantes atmosféricos.