Manacoritza't no solo es el lema elegido este año por el colectivo de comerciantes de Manacor para dar un nuevo impulso a sus negocios, sino que también era mensaje escrito en grandes letras de chocolate que coronaba este sábado el mayor pastís de pobre elaborado nunca. En total, una mole dulce de centímetros de espesor y 4,5 metros de longitud, que resplandecía denso y espectacular en la calle Alexandre Rosselló, donde a las siete de la tarde centenares de personas ya degustaban una porción del postre enseña de Manacor, mientras otras tantas aguardaban con paciencia una cola que parecía no aguantar el hambre.

Mientras que las porciones eran asequibles, no así las letras del lema, cada una de las cuales se vendió por cinco euros a beneficio de la Fundació Trobada. Una de ellas, la 'ce' fue adquirida por el propio alcalde de Manacor en funciones, Antoni Pastor, quien satisfecho degustó su premio.

El pastís de pobre surgió hace 30 años en Can Roca: tres capas de pasta por dos de crema (leche, azúcar y vainilla), coronadas con yema de huevo quemada y coco en los laterales.