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Análisis electoral

Las siete claves del cambio en la Part Forana

La magnitud de la debacle del PP en la 'part forana'. El ejemplo del PSOE de que a veces se gana perdiendo votos. El avance de Més, que trasciende fronteras históricas. Y los vasos comunicantes a nivel electoral entre la UM de 2007 y el PI de 2015. Éstos son algunos de los datos más llamativos que deja la noche del 24-M

Las siete claves del cambio en la Part Forana

Una semana después de la noche de las sonrisas y las caras largas, de los abrazos y las espantadas, y de los gritos de júbilo y los silencios que hablan por sí solos, los partidos políticos habrán aprovechado estos días para sumergirse, calculadora en mano, en la letra pequeña del aluvión de datos electorales para extraer algunas lecturas de los pasados comicios. De esa interpretación, podrán haber extraído conclusiones como las que vienen a continuación. Unos puntos clave para entender qué sucedió la noche del 24-M en la part forana.

01. El 'tsunami azul' se deja por el camino 136 concejales

El imperio del PP en los pueblos se esfuma. El tsunami azul que tiñó la part forana en 2011 se convierte en una tímida ola. Si en esta legislatura el Partido Popular ha gobernado con mayoría absoluta en 29 municipios, la cifra se reduce tras el 24-M a siete localidades, y de éstas prácticamente la mitad son términos muy poco significativos en lo demográfico: Deià, Escorca (donde, por cierto, se registra la mayor diferencia de la isla entre el ganador y el segundo partido: 71 puntos porcentuales), Estellencs y Fornalutx. A los que hay que sumar Campos, Santanyí y Santa Eugènia.

Precisamente, el joven alcalde campaner Sebastià Sagreras ya dio muestras de la capacidad de convocatoria del PP local al reunir en un dinar de matances previo a la campaña a más de un millar de personas, un acto en el que los medios de comunicación y algunos analistas suelen ver un intento de los populares de revestirse de un barniz de "mallorquinidad".

El PP obtuvo el pasado domingo mayoría relativa (fue el partido más votado) en 14 municipios, siete menos respecto a la convocatoria electoral de hace cuatro años. Victorias que sirven sólo para la estadística, porque, en la práctica, darán paso a mayorías alternativas de gobierno de signo progresista. Véanse, si no, los casos de Llucmajor, Marratxí, Sóller o Felanitx, por mencionar sólo algunos en los que una alianza de izquierdas aparece como una opción plausible.

En el número de votos totales en las municipales de Balears, la debacle se traduce en el resultado global: 126.692 sufragios. Un nivel de apoyos que convierte al PP en la fuerza más votada, pero que evidencia la pérdida de casi una cuarta parte de los apoyos que recibió en 2011, cuando logró 188.904 votos. Son 62.000 votos menos, lo que representa 136 concejales menos en el conjunto del archipiélago. Una pérdida a la que han contribuido notablemente los resultados de los grandes municipios de la isla.

En Manacor, Inca, Calvià, Marratxí y Alcúdia, el PP pierde entre siete y cuatro concejales en cada uno. Especialmente sangrante es el resultado en la capital de Llevant del ex del PP Antoni Pastor. El grupo municipal popular se reduce de 11 a cuatro ediles. No se ha registrado en toda la part forana una mayor pérdida de ediles de un grupo político que en Manacor.

02. El viraje a la izquierda, pese a la pérdida de votos socialistas

Hay consenso entre los analistas de todo signo que, tras la noche del 24-M, Mallorca ha virado a la izquierda. Sin embargo, eso no significa necesariamente que vire hacia los intereses electorales del PSIB-PSOE, al menos en lo que concierne a la part forana.

Es cierto que los socialistas protagonizan dos de los grandes campanazos de las elecciones al recuperar enclaves que ya parecían perdidos para la causa de izquierdas como Calvià, popular desde los tiempos de Carlos Delgado, e Inca, con 20 años de gobiernos conservadores. Y es cierto también que los socialistas tienen entre sus manos la posibilidad de dar su apoyo a la formación de un buen número de alianzas progresistas, por lo que puede decirse que a nivel cualitativo su porcentaje de voto es sustancial.

Pero, si se mira el voto global en los municipios de la Comunidad, éste pasa de 101.613 sufragios en 2011 (23,7%) a 84.694 (19,4%). En el número total de regidores, estos porcentajes se traducen en la siguiente realidad: si en 2011 el PSOE contaba con 211 concejales, en la próxima legislatura tendrán 179 en los municipios de la Comunidad.

El socialista es el único de los grandes partidos que no gobernarán con mayoría absoluta en ningún municipio, poniendo fin a una etapa en feudos tradicionales como Lloseta o Algaida. En seis términos han sido la fuerza más votada: además de los ya citados, Calvià, Inca, Consell y Capdepera. Un recuento que no tiene en cuenta la participación de los socialistas en coaliciones electorales, como Suma, en el caso de Santa Margalida.

03. Més quintuplica los votos del PSM en la 'part forana'

Una de las grandes fiestas de la noche del 24-M se dio en las sedes de Més. Unos buenos resultados que hunden sus raíces en los municipios de la isla. Es el partido que más avanza. La formación ecosoberanista quintuplicó los resultados que obtuvo la marca de PSM en las municipales de 2011, al pasar de 10.744 a 52.265 votos (el 12% del total). Y dobla el número total de concejales (de 49 a 108).

Més suma tres municipios con mayoría absoluta: Campanet, Esporles, con una de las alcaldesas más jóvenes de España, Maria Ramon, que apenas ronda los 26 años, y Mancor de la Vall. Y logra ser la fuerza más votada en otros cuatro: Santa Maria, Manacor, Montuïri y Petra, dos más que en los comicios de 2011. Como sucedía en el caso de los socialistas, a ello hay que añadir los ayuntamientos en los que Més es determinante para erigir mayorías de gobierno progresista.

Entre ellos, un municipio tradicionalmente refractario a la ideología de la formación ecosoberanista, Calvià. A través de su participación en la coalición electoral Esquerra Oberta, el líder de Més per Calvià, Rafel Sedano, ha superado una frontera histórica de este partido al entrar por primera vez en el Ayuntamiento.

04. El PI 'calca' los resultados de UM en los comicios de 2007

Proposta per les Illes (PI) ha sido el cuarto partido de estas elecciones municipales. Una posición que ha conseguido calcando prácticamente los resultados que obtuvo Unió Mallorquina (UM) en las elecciones de 2007, cuando esta formación regionalista aún vivía su época dorada y no habían estallado los casos de corrupción que acabaron por dinamitar el partido.

El siguiente dato sirve para ejemplificar estos paralelismos. Por un lado, si en 2007 UM logró 29.284 votos (el 7% del total), el 24-M el PI consiguió 31.913 (el 7,3% del total). Eso sí, el partido liderado por Jaume Font, Antoni Pastor y Josep Melià se puede jactar de haber roto el límite de concejales de la UM de 2007 (56 ediles) y de la Convergència per les Illes (58) de 2011. El pasado domingo, el PI logró una representación total de 90 regidores.

No sólo eso. A diferencia de lo que habían conseguido estos partidos de corte regionalista, el PI presenta como credenciales cuatro mayorías absolutas: en Ariany, Banyalbufar, Porreres y Costitx. En otros dos (Alcúdia y Sencelles), ha sido la fuerza más votada y aparece como el decisivo fiel de la balanza en ayuntamientos tan estratégicos como el de Andratx.

05. Las mayorías absolutas, una 'especie en extinción'

Las noticias políticas de estos días vienen marcadas por un concepto: negociación. Los teléfonos echan humo. Hay reuniones informales en sedes y bares hasta altas horas. Se convocan asambleas para pulsar opiniones. Es el cortejo inherente al baile político. Es tiempo de pactos. Y el principal motivo de que sea así es palmario: el número de mayorías absolutas en la part forana se ha reducido drásticamente entre 2011 y 2015. Hace cuatro años, los cuatro partidos más votados (PP, PSOE, PSM y CxI, por este orden) se hicieron con 36 ayuntamientos por mayoría absoluta. Tras el 24-M, esta cifra se ha reducido a 14 consistorios, la mayoría de ellos de pequeñas dimensiones. Y con el agravante de que, en las grandes capitales de comarca (Calvià, Inca, Manacor), se acabaron los gobierno monocolores.

06. Podemos no se presentó el 24-M, pero su espíritu sí

Podemos dejó claro que no se presentaba a las elecciones municipales, pero no fueron pocas las candidaturas que apelaron al espíritu de la formación liderada por Pablo Iglesias para hacer campaña en un universo de denominaciones que fueron del Sí Se Puede a Movem, pasando por Volem. Por lo general, candidaturas ciudadanas que allí donde se han presentado han obtenido representación: Calvià, Llucmajor, Santa Maria o Manacor.

07. Una constatación: el elector vota nombres, no siglas

Si algo ha dejado claro la jornada del 24 de mayo es una idea que se repite siempre en las tertulias políticas cuando vienen las elecciones municipales. Aquí se votan personas, no siglas. De ello pueden dar fe alcaldes apartados del PP por estar imputados y que, en tiempo récord, improvisaron partidos y agrupaciones de electores para poderse presentar a los comicios.

Aun así, ganaron las elecciones. Incluso algunos mejoraron el resultado que habían obtenido con el PP en 2011, como Montserrat Rosselló, en Vilafranca, que ahora bajo la marca PxP se hizo con la mayoría absoluta. También consiguió más sufragios que hace cuatro años Tomeu Cifre, al frente de Tots per Pollença, si bien en su caso está sujeto a los pactos que se puedan producir. No corrió la misma suerte Joan Simonet, que ganó las elecciones, pero perdió votos respecto a 2011 y dejará paso a una alianza progresista.

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