El urbanismo en el municipio de ses Salines no para de generar sonadas polémicas. Ahora sobresale el caso de una controvertida promoción de apartamentos de lujo en primera línea de la Colònia de Sant Jordi, concretamente junto al Hotel Marqués y la plaza Molí de la Sal. Diario de Mallorca ha conocido que la pasada semana declararon técnicos municipales; técnicos en representación del grupo de vecinos que interpusieron un contencioso pidiendo la nulidad de la licencia y técnicos en representación de la empresa promotora de las construcciones, levantadas hace unos seis años. Así las cosas, la Justicia estudia si tiene que anular la licencia y ordenar las demoliciones o, por el contrario, ratificar que el permiso municipal se expidió correctamente, respetando la Ley.
Debido a tan complejo caso, y los graves perjuicios que podría ocasionar a las arcas del ayuntamiento de ses Salines la posible anulación de la licencia, se constata considerable expectación tanto entre la clase política como entre la ciudadanía.
Se discute exactamente la licencia concedida a una promotora que dio luz verde a edificar en cinco parcelas. En cada una de ellas, cuatro apartamentos. El grupo de vecinos movilizados en contra de esta promoción y el ayuntamiento de ses Salines discrepan sobre la interpretación de los porcentajes de ocupación. La licencia fue expedida con el visto bueno del arquitecto municipal Toni Campins. Si el consistorio entiende que la promoción urbanística en cuestión respeta la norma general de ocupación, es decir, 40% planta baja; 40% primera planta y 20% segunda planta, los vecinos que interpusieron el contencioso advierten de que hay excepciones a la regla y debiera ser un 30% de ocupación para cada una de las plantas.
Pierden una vista exclusiva
Diversos ciudadanos consultados por este periódico coinciden en señalar que, además de la discrepancia sobre el porcentaje de ocupación, lo que motivó al grupo de vecinos la interposición del contencioso fue el hecho de que se les tapase la vista privilegiada del mar. La segunda línea, parte posterior de la calle Pins, pierde una vista exclusiva.
El ayuntamiento de ses Salines, gobernado por el pacto entre el PP y Pi, siendo Maria Bonet la actual alcaldesa, ha contratado a la abogada y exconsellera de Salud y Consumo (en tiempos de Jaume Matas), Aina Castillo.
Según los implicados en el caso, se prevé que próximamente la Justicia se pronuncie. Curiosamente, el inminente fallo judicial se conocería tras la reciente defenestración del arquitecto municipal, Toni Campins.
Si el pasado 9 de abril Campins entregó un informe dirigido a la alcaldesa poniendo de manifiesto retrasos excesivos sobre expedientes urbanísticos, el día siguiente, 10 de abril, vía decreto fue destituido del cargo de jefe de Urbanismo. Se le obligó a salir de su despacho y se le prohibió entrar cualquier informe por registro. Entrevistado por este diario, reprochó que tanto sus informes como los de Rebeca Fabiola del Rey Hurtado, también arquitecta municipal, "no gustan". Ya se han quejado por "acoso laboral".
