A Pedro García Aguado, el televisivo Hermano Mayor que cada semana intenta llevar por el buen camino a conflictivos adolescentes, le ha salido una dura competidora. El pasado jueves, cuando El Ico pasó a disposición judicial tras su enésima detención por amenazas y robo con fuerza, su hermana, La Guapi, aguardó junto a varios familiares durante toda la mañana a que quedara en libertad. Cuando lo hizo, la joven le lanzó durísimos reproches, harta de que cada dos por tres se meta en líos. Ambos se enzarzaron en una acalorada discusión en las calles aledañas a Vía Alemania, lanzándose gruesos improperios. La pelea continuó incluso cuando ambos se metieron en un Audi para marcharse de allí. Dura labor la de La Guapi para reconducir a su hermano.
Unos padres llevaron al hospital Son Espases a su hija de 12 años porque se encontraba indispuesta. Los médicos acabaron confirmado que la niña está embarazada de dos meses y pusieron los hechos en conocimiento de la Policía Nacional ante la posibilidad de que hubiera sufrido abusos sexuales. Pero la menor no soltaba prenda sobre lo ocurrido. Finalmente, los agentes consiguieron que explicara que había mantenido relaciones con un adulto extranjero, que se ha marchado ya de España. La Policía ha abierto una investigación, pese a que de momento no hay una denuncia al respecto.
Es habitual que todos los días se suspenda algún juicio por motivos diversos. Falta un testigo, el acusado no ha sido localizado, se renuncia a los abogados... Pero lo ocurrido el pasado jueves puso de nuevo en evidencia los errores del sistema judicial. Dos hombres, uno de los cuales está preso por otra causa, debían ser juzgados por provocar un incendio forestal en s'Aranjassa. Cuando todo el mundo estaba listo para empezar, se descubrió que el procesado no había sido excarcelado y, por tanto, la vista no podía celebrarse. Era ya la sexta vez que el juicio se suspendía y el magistrado salió al pasillo para explicar lo ocurrido a los testigos y pedirles disculpas.
Dos mujeres se enfrentaban en un juicio porque una de ellas, creyendo que la otra tenía un lío con su marido, abrió una carta y difundió su contenido en una iglesia de Palma. Antes de la vista, las partes negociaron para tratar de alcanzar un acuerdo. Una quería que la otra le pidiera perdón por el daño causado y la otra no aflojaba, por lo que finalmente se celebró el juicio. Ya en la sala, la afectada explicó que perdonaba a su rival, pero que debía rectificar e intentar reparar todo el daño que le había causado.
La Policía ha detenido esta semana a un detective privado por una supuesta agresión sexual a una 'masajista'. Durante las declaraciones judiciales por este caso salieron a relucir las tarifas que tiene establecidas la víctima por sus servicios sexuales. Algunos de los presentes quedaron atónitos por los 300 euros que cobra por dos felaciones y empezaron a hacer cálculos de los ingresos mensuales que suponen estos precios.
Ese mismo día se vivió en los calabozos de Vía Alemania una situación curiosa. Dos de los detenidos son diabéticos y sufrieron, casi al mismo tiempo, una hipoglucemia. Para evitar males mayores se optó por agilizar su presentación ante el juez y a las diez de la mañana los dos estaban ya en libertad.
El miércoles por la tarde los bomberos corrieron a un bloque de 200 viviendas de la calle Juan Gris, en Palma, por un incendio en el aparcamiento subterráneo. Sin embargo, al llegar comprobaron que no era humo sino el polvo de un extintor que estaba defectuoso o algún gracioso había vaciado.
