Juan Curient Cánaves, conocido vecino, empresario del sector de la construcción y promotor inmobiliario, ha presentado su dimisión del cargo de presidente de la Asociación de pensionistas de la tercera edad de Ariany antes de acabar su periodo de mandato oficial. El próximo viernes debe proclamarse una nueva junta directiva, y se ha presentado un equipo encabezado por Bernardo Andreu, Francisco Pons, Monique Loeffler e Isabel Sansó, entre otros residentes. Con ello, todo apunta a próximas reuniones y reactivación del inacabado y abandonado proyecto del centro de día-local social de los mayores, un edificio que da a las calles Menorca, Billoch y Pare Miquel Gual.
Consultado ayer por este diario, Curient admitió que "creo que la nueva junta volverá a intentar llegar a un acuerdo con el consistorio para dar salida al complejo a medio terminar". De hecho, en 2014 el ayuntamiento comandado por el alcalde, Joan Ribot (Pi), se ofreció para acabar la construcción a través del Plan de Obras y Servicios del Consell de Mallorca. Eso sí, con la condición de que el inmueble pasase a ser una titularidad pública municipal, para los mayores y otros colectivos, como los jóvenes, apostando por un dinámico centro multifuncional "que sería muy positivo para el pueblo de Ariany". No obstante, la asociación de pensionistas no aceptó esta propuesta municipal.
Hay que explicar que el plan de centro de día-local social de mayores fue impulsado en tiempos del Govern de Jaume Matas, siendo la consellera de Presidencia y Deportes, Rosa Puig.
Resulta que el propio Curient sugirió a la tercera edad la compra de un solar propiedad de él y su esposa, adquirido unos años antes, "por su ubicación privilegiada y para levantar un edificio para el encuentro de hasta 300 mayores, talleres, actividades, etc". Tuvo también sobre la mesa ofertas de compra por parte de "dos albañiles y un empresario del sector agrícola", según revela. Pese a que los albañiles y el empresario estaban dispuestos a abonar "15, 14 y 13 millones de pesetas, atendí al deseo de los socios mayores, que tenían preferencia en esta operación, de contar con un buen equipamiento, y lo vendí por algo más de 12. Les reiteré que no quería ganar nada, y esta era una cantidad muy por debajo del precio de mercado".
240.000 euros públicos
El Govern Matas ayudó a la Asociación de pensionistas con "alrededor de 240.000 euros", exactamente para la compra del solar y la construcción del complejo.
Curient reconoce que "vàrem fer el projecte un poc massa gros!". El dinero aportado por el Ejecutivo autonómico "resultó insuficiente" y, en torno al 2007, "se paralizaron las obras". El Govern Antich no reactivó la obra y el Govern Bauzá tampoco ha contribuido "porque no ha habido dinero". "La nueva junta decidirá", afirma. ¿Se acabará o no la obra?, "se acabará si la economía va bien", augura.
