Tratar con políticos de la Part forana es a veces tan gratificante como sentirse en mitad de la naturaleza. Y es que aquí, extramuros, aún se vive en ese paraíso donde los niños dibujan los pollos y las gallinas con plumas correteando por el campo, y no colgados de la barra de una pollería o asados al horno. Y donde es gratificante e incluso motivo de una sana risa, de humorística complicidad, llamar por teléfono a un portavoz de la oposición de Inca, como Àngel Garcia, para solicitarle su opinión política y en mitad de la conversación escuchar un fuerte balido y como el interlocutor exclama: "¡Cállate!... perdone, no es a usted, es a una oveja que está por aquí incordiando". Y es que en los pueblos hasta los abogados a veces cuidan ovejas.
Este fin de semana se estrenó el nuevo mercadillo artesanal de cada viernes en Inca. La Fireta dels Enamorats sirvió como telón a la nueva temporada, con aspecto remozado y en un nuevo emplazamiento. El mercadillo artesanal sólo permite ahora la instalación de artesanos que usen paradas de madera o mesas decoradas, evitando las antiestéticas carpas de jardín que se observan en otros mercados. De la mis ma forma ha cambiado su lugar de celebración y ahora tendrá lugar en la calle Obispo Llompart.
Los miembros del Sindicato Obrero la Paz, de Inca, entidad con 102 años de existencia, se reunieron el domingo pasado para celebrar su comida anual de hermandad en cas Metge Nou y acordar sus actividades anuales.
