Sant Antoni, haciendo legítimo uso de su poder celestial, ahuyentó los malos augurios que planeaban sobre una posible metereología adversa que desluciera la noche más esperada y deseada para los ´poblers´ y por los miles de visitantes que acuden a disfrutar de la magia de la noche bruja de sa Pobla, que este año vivió y celebró sus 650 años de existencia documentada.

Con las ´espinagades´ sobre la mesa para dar buen cuenta de ellas unas horas más tarde, los ´poblers´ fueron acudiendo hacia la Plaça para presenciar, en primer lugar, el Ceremonial de la sanción histórica, para comenzar después la ´revetla´ y la recepción de autoridades e invitados. Frente al Ayuntamiento se disiparon las dudas sobre si acudiría el president Bauzá, que no hizo acto de presencia. Sí estuvieron el vicepresident del Govern, Antoni Gómez; el conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company; la consellera de Educación y Cultura, Nuria Riera; y el vicepresidente del Consell, Joan Rotger. También acudieron Francina Armengol, presidenta del PSIB, y Biel Barceló, de Més, entre otros.

La comitiva oficial, encabezada por el alcalde Biel Serra, se dirigió a la iglesia para asistir a las solemnes Completes que predicó Mossèn Bartomeu Villalonga Moyà, rector del Seminario de Mallorca, y a las que puso su punto más emocionante y sentido el grito del ´clamater´, Jaume Caldés Quetglas, que pronunció un "Visca Sant Antoni" larga y sonoramente aplaudido por los numerosos feligreses que llenaban, como cada año, el templo.

La salida del acto religioso y el desfile de la comitiva, acompañada de nuevo, al igual que en el de su asistencia, por los ´dimonis paralímpics del Grif´, los ´dimonis d'Albopàs´ y los ´dimonis de l'Obreria´ y del Ajuntament, además de los ´gegants´, los ´caparrots´, los ´caparrots minyons´ y la Banda de Música, marcó el punto de inflexión que dio paso al estallido del verdadero espíritu de la fiesta. Era el momento del fuego, el encendido de los ´foguerons´, el colorido, la música y el encanto que ofrecieron en un recinto insuficiente, la Plaça Major y calles de su entorno, los tan apreciados bailes de los ´dimonis´, ´caparrots´ y ´caparrots minyons´.

Piromusical y ´cantadors´

Posteriormente se inició el gran espectáculo piromusical, diseñado, un año más, por el pirotécnico ´pobler´ Tomás Ramis Barceló. La retirada de las autoridades e invitados dio paso a la ´XXVIII Trobada de cantadors y ximbombers´ sobre el palco de la plaza, una actuación que abre un paréntesis de unas horas en que ´poblers´ y visitantes ponen ´peus davall taula´ para dar buena cuenta de una suculenta y picante cena, que les proporciona abundantes fuerzas para salir de nuevo a la calle a dar rienda suelta a la imaginación y poner a prueba su voz para esparcir al cielo de una fría noche las más picantes y eróticas ´gloses´, en esta ocasión nunca consideradas ofensivas.

Para los más resistentes, la ´revetla´ se prolongó hasta el alba. La velada, en la que ardieron 290 foguerons censados, llenó bares y restaurantes y pese a controles, advertencias y prohibiciones, la fría noche también amparó, bajo su oscuro manto y en los más inimaginables rincones, el inevitable botellón y otros excesos, considerados antaño más o menos pecaminosos. Son episodios a los que invita la magia, el desenfadado, el encanto de la ancestral ´nit bruixa poblera´.

Según fuentes oficiales, la ´revetla´ contó con la presencia de entre 11.000 y 12.000 personas, afluencia atribuible a la coincidencia de la misma en viernes, que da paso a un fin de semana no laborable. Como viene haciéndose desde años atrás, Serveis Ferroviaris de Mallorca aumentó sus frecuencias, con la última salida hasta Palma a las 1,30 horas.