-¿Cómo la 'ficha' el Patronat para que haga las fotos oficiales de la fiesta?
-Desde que gané el concurso de diseño de la imagen de las sudaderas de Sant Antoni en 2012, cada año he ido participando en concursos y actos. También haciendo fotos por mi cuenta, alguna de las cuales regalaba después como recuerdo a personas del Patronat que salían en ellas.
-¿Qué consignas le han dado?
-Que cubra todos los actos del programa festivo siguiendo mi estilo. No quieren una fotografía clásica al uso, sino que las instantáneas de 2015 puedan diferenciarse de las de 2009, por ejemplo.
-¿Y cómo se logra eso?
-Utilizando perspectivas diferentes, una colocación o el uso del diafragma distinto. Centrándome más en las imágenes de la gente que rodea la fiesta y sus bailes, las caras de miedo o emoción en los niños, objetos simbólicos, la bacina, los instrumentos musicales... y no tanto en las del Dimoni Gros o de los caballos en el caso de las Beneïdes, que aunque son fotos que evidentemente no pueden fallar, no son toda la fiesta.
-¿Cuántas fotos habrá hecho al finalizar Sant Antoni?
-¡Muchísimas!, tan solo del Primer Ball de anteanoche ya hice más de 900. Mi forma de trabajar es tirando muchas fotos porque nunca sabes cuándo te perderás un detalle u otro.
-¿Con o sin 'flash'?
-Sin flash siempre que se pueda. La gente tiene tendencia a pensar que con luz artificial las fotos les quedarán mejor, pero en realidad están matando la realidad, se pierde naturalidad porque la imagen no es como la percibía el ojo. El flash sería un último recurso. Entiendo que sea más cómodo, prefiero un poco más de riesgo.
-¿Cuál es su estilo?
-Yo lo llamo esencial, utilizando el doble significado: el de captación de lo primordial y a su vez el de la esencia del momento.
-En unas celebraciones tan coloridas ¿Hay sitio para fotografías en blanco y negro?
-Claro que sí. De hecho hay instantes que piden el blanco y negro, las que tienen que ver con emociones concretas, por ejemplo. Recuerdo el Dimoni Gros chocando la mano con un niño... le puede dar un toque antiguo interesante a una foto actual.
-¿El Dimoni es fácil?
-Si te abrazas a él sí [risas]. Este año he visto que se deja hacer muchos selfies. Lo que por otro lado es una forma de proteger la careta ya que así no hace falta acercarse tanto. ¡Y más con el palo que se ha puesto tanto de moda estas Navidades!."Pretendo que las fotos de 2015 no se parezcan a las de años anteriores; buscar un enfoque diferente"
-No me diga que es partidaria del 'palo-selfie'?
-Para el uso profesional en absoluto. Pero entiendo que sea una opción para las fotos de móviles.
-¿La cámara lo es casi todo?
-No. Con un móvil puede salirte un fotón, del mismo modo que con una cámara buenísima pueden salir fotos mediocres...
-¿El humo es un problema?
-Cuando te da en los ojos sí [sonríe]. A veces si el humo de un fogueró se cuela en la foto no pasa nada, es natural. ¿Hay que procurar que no sea en todas!.
-¿Retoca sus imágenes?
-Mínimamente. A algunas les suelo quitar algo de contraste.
-¿Qué es lo que ya no se lleva?
-El color sepia o destacar un elemento en color dentro de una foto en blanco y negro.
-¿La gente entiende que se 'cuele' en una fiesta tan multitudinaria?
-Hay de todo. Algunos me increpan por ponerme delante un momento y otros lo entienden. Cuando se trabaja entre tanta gente es normal. Hay que procurar encontrar un equilibrio.
"La cámara no lo es todo con un móvil puede salirte un fotón y con una buena hacer fotos mediocres"
-¿Y qué pasa cuando quiere captar un instante efímero desde abajo y desde un balcón simultáneamente?
-En esos momentos es cuando cuento con la ayuda de Aina Maria Perelló, una fotógrafa con un estilo muy parecido al mío.
-¿Qué foto espera con más nervios?
-La del saludo del Dimoni Gros desde el balcón del Ayuntamiento de mañana.
-¿Hay vida fotográfica después de Sant Antoni?
-He hecho de una afición mi profesión. Si entra en mariadelmarvanrell.com o facebook verá lo que hago [sonríe].
